Los Secretos de la Esposa Abandonada
«He pedido el divorcio». Colton Stevens se acercó impaciente, su frustración casi palpable. «Cuatro millones deberían darte de por vida».
El rostro de Allison Clarke se congeló por un momento. Sus uñas se clavaron dolorosamente en su palma mientras luchaba por mantener la compostura. «Hoy es nuestro tercer aniversario de boda», dijo, con la voz apenas por encima de un susurro. «¿No podemos al menos terminar esta comida juntos?».
Olía a aceite de cocina y a humo, y llevaba el pelo recogido con una sencilla pinza negra. Algunos mechones sueltos le enmarcaban la cara, dándole un aspecto pulcro pero sencillo.
Hoy debía ser diferente. Había pasado horas preparando una mesa llena de sus platos favoritos para celebrar su aniversario.
En lugar de recibir su gratitud, le decían que se iban a divorciar.
Colton se burló, con ojos fríos y distantes. «Aunque acabemos esta comida juntos, nunca te querré. Además, Melany ha vuelto. Es orgullosa y no tolerará esta situación». Un destello de suavidad cruzó su rostro ante la mención de Melany Johnson: una calidez que nunca había estado reservada para Allison, por mucho que lo hubiera intentado. Se había desvivido por él, había cuidado de sus padres y lo había sacrificado todo durante años. Pero nada de eso le había valido más que una mirada pasajera.
Melany era quien tenía su corazón, siempre lo había tenido. Ella lo había abandonado hacía tres años, rompiendo su compromiso y marchándose al extranjero.
Sin embargo, ahora, con una simple palabra suya, Colton había aceptado fácilmente su regreso y había decidido divorciarse de Allison sin pensárselo dos veces.
Allison se agarró al borde de la mesa como si tratara de estabilizarse contra una repentina ráfaga de viento. «¿Lo sabe tu abuelo?».
Colton dejó escapar una risa aguda y burlona. «No creas que puedes esconderte detrás del abuelo. Está en el hospital y no puede soportar el estrés. Mis padres están de acuerdo con el divorcio. De hecho, Melany se ha reunido con ellos hoy mismo». El corazón de Allison se hundió, un escalofrío helado recorrió sus venas.
Había sido célebre como genio perfumista, hacker de renombre y diseñadora de armas tan sofisticadas que hasta los líderes mundiales la buscaban.