---- Capítulo 6 Dia a día, el poderoso cuerpo de Damien se demacraba, vaciado por el dolor y la búsqueda desesperada. Tras mi desaparición, la risa se extinguió en el Territorio del Norte. Su Rey Alfa se convirtió en un fantasma, vagando por los salones con la mirada perdida. Sus deberes de manada quedaron abandonados mientras viajaba obsesivamente por Europa. Desde las calles nubladas de Londres hasta las luces brillantes de París, desde los antiguos callejones de Roma hasta los fríos pasillos de Berlín, buscó por todas partes. Pero incluso el considerable poder de un Rey Alfa tenía límites. En Praga, intercambió un afho de su fuerza vital con una bruja marchita a cambio de un hechizo de rastreo. En Viena, otra bruja tomó parte de su fuerza Alfa para un ritual de adivinación. El practicante de magia más temido de Moscú agotó la mitad de su poder restante por un solo atisbo de mi ---- futuro. Nada funcionó. Entre búsquedas, se ahogaba en whisky con acónito, tropezando por los territorios de la manada en una neblina de embriaguez. Los miembros de la manada susurraban a su paso, su Alfa reducida a un cascarón roto. Cuando el alcohol no pudo calmar su dolor, descendió alas cuevas de castigo donde Emily estaba retenida. Sus gritos resonaban por los túneles mientras él descargaba su ira en su cuerpo ya destrozado. "iDónde está?", demandaba él, aunque Emily no podía saberlo. "iQué más le dijiste? ;Qué más hiciste?". Pronto Emily fue apenas reconocible; su rostro, antes hermoso, era una masa de cicatrices. Pero torturarla no le traía paz. Mes a mes, su poder de Alfa se consumía, sacrificado a brujas o perdido en su creciente locura. ---- La manada lo sintió. Su Alfa estaba fallando. Ese último día, Damien se encerró en sus aposentos privados, demasiado débil para siquiera mantenerse en pie. Sus manos temblaban violentamente al abrir los papeles del divorcio que le había dejado, ahora desgastados por el constante contacto. "Sierra... Sierra...", sollozó él como un nifio perdido, conlos hombros agitados. "Lo siento... por favor, vuelve...". A través de nuestro vínculo que se desvanecía, vi cómo su poderosa figura se desmoronaba. Su cabello oscuro se había vuelto gris acero, su rostro surcado por décadas de envejecimiento en tan solo unos meses. No pude evitar suspirar. iHabría elegido diferente, conociendo este final? Pero los lobos, como los humanos, eran criaturas codiciosas. Nunca atesoraban lo que tenían hasta que lo perdían para siempre. De repente, Damien se puso rígido, levantando la ---- cabeza como un depredador al percibir un olor. Luchó por incorporarse, con la mirada perdida en la habitación vacía. "iSierra? iDe verdad eres tú?". Su voz se quebró por la desesperación. "Por favor... mi único deseo es verte una última vez. Telo suplico...". Las lágrimas se deslizaron por su rostro demacrado mientras extendía la mano hacia la nada. Fue entonces cuando la poción de la bruja hizo pleno efecto. Nuestro vínculo, ya tenso como un tejido fino, finalmente se rompió. La ruptura hizo que Damien se cayera de rodillas con un aullido de pura angustia. Esto era todo: desaparecería del mundo de la manada para siempre. Mientras los últimos rastros de nuestra conexión se disolvían como la niebla, Damien aferró mi collar de piedra lunar contra su pecho. ---- Cerró los ojos en la derrota final, sabiendo que había perdido todo lo que importaba. Su beta, Marcus, eligió ese momento para desafiarlo. La lucha fue patéticamente breve. Damien apenas podía mantenerse en pie, y mucho menos defender su posición. Las garras de Marcus le abrieron la garganta con una facilidad casi despreocupada. La manada le dio la espalda mientras su antiguo Alfa era expulsado, ahora era solo otro lobo solitario. Damien se alejó cojeando hacia el desierto, despojado de rango, poder y propósito. No me quedé a ver su caída. Cada día sin el vínculo se sentía más ligero, más libre. Esto era lo mejor. Mi nueva vida me esperaba, Ilena de posibilidades. Dejarlo vivir con las consecuencias de sus decisiones, como yo había vivido con las mías. La manada prosperaría bajo el liderazgo de Marcus y yo construiría un futuro lejos de los recuerdos de la ---- traición. A veces, la justicia no provenía de la venganza, sino de simplemente alejarse y nunca mirar atrás.
