---- Capítulo 5 Me tensé de repente, con las palmas sudorosas. Al mirar a la persona que se acercaba, mi corazón se agitó extremadamente, sin saber cuánto había escuchado. -Miguel -dijo Camilo, adoptando repentinamente una actitud respetuosa, y su expresión se suavizó considerablemente. Miguel caminó directamente hacia nosotros, miró el collar en el suelo, antes de fijar sus ojos en mí, preguntando: - Acabas de decir que no lo quieres? Sorprendida por la repentina pregunta, asentí algo desconcertada. -Recógelo y tíralo fuera -dijo Miguel a continuación, mirando a Camilo- . No dejes basura tirada en el jardín de mi casa. Camilo no parecía contento, pero no se atrevió a desobedecer la orden de Miguel. Recogió el collar, me lanzó una mirada profunda, y se marchó. -Gracias, Miguel. ---- No me atreví a mirarlo a los ojos y retrocedí ligeramente. - No hay problema. Miguel no dijo mucho más, solo frunció el cefio al ver mi cuerpo temblar. -Entremos, hace frio aquí fuera. Lentamente, lo seguí de vuelta al salón, donde el baile estaba a punto de comenzar. El grupo que antes reía y bromeaba se puso de pie inmediatamente al ver a Miguel, mientras Nadia se acercaba sonriente. -Miguel, el baile va a comenzar, équieres ser mi pareja? - No me gusta bailar -respondió Miguel, soltándose de su agarre. Nadia, aunque rechazada, no se enojó, sino que se limitó a hacer un pequefio mohín. -Está bien. j|Qué aburrido! La música había comenzado, pero como Miguel no había dado permiso, nadie se movia. Aunque solo era unos afios mayor que nosotros, era hijo del presidente de Grupo Ruiz y de su primera y más ---- amada esposa, además de ser, obviamente, el heredero de Grupo Ruiz. Todos en nuestro círculo sabían que tenía una brillante habilidad para los negocios y un agudo instinto paralas finanzas y la economía. - Diviértanse. No se preocupen por mí. Casi al mismo tiempo, Camilo extendió su mano hacia Nadia. -Vamos a bailar. Mínimas modificaciones necesarias para un tono más directo. Enla pista de baile, Nadia parecía una hermosa mariposa danzando, mientras Camilo la observaba fijo, sin apartar su mirada de ella ni por un segundo. Aquella escena solo existía en mis fantasías, pero esta vez la protagonista era Nadia. Esa mirada tierna y carifiosa, ese amor sin disimulo... eran cosas que nunca había experimentado. Todos fueron a bailar, mientras yo quedaba olvidada en unrincón. Cuanto más miraba, más me ardíanlos ojos. ---- Rápidamente, volteé la cabeza, temiendo que las lágrimas cayeran en cualquier momento. De pronto, una mano elegante me ofreció un pafiuelo. Levanté la mirada y me encontré conlos ojos de Miguel. - Hace tiempo que no nos vemos, Lina. Al ver mi sorpresa, dijo con suavidad: - No tuve tiempo de saludarte antes, lo siento. Acto seguido, se puso de pie, se inclinó ligeramente y me extendió la mano. -éMe concederías el honor de este baile? Vi el brillo de diversión en sus ojos y posé mi mano en la suya. Cuando nuestros pasos comenzaron a moverse al ritmo de la música, aún no me había recuperado de la sorpresa. Miguel, ese hombre que parecía un príncipe, me había invitado a bailar. Era también, además de Camila, otra persona que se había fijado en mí. Innumerables miradas iban y venían entre nosotros, y no pude evitar sonrojarme. Un momento después, sentí una mirada fija en mí. ---- Camilo estaba no muy lejos, pero sus ojos se habían desviado de Nadia y ahora estaban fijos en mí. Sus pupilas revelaban emociones inexplicables. -iAy! Camilo, me has pisado el pie -exclamó Nadia con suavidad. -Lo siento -se disculpó Camilo, apartando rápidamente la mirada. Pero después de decir esto, su mirada volvió a posarse en mí. Como si percibiera mi incomodidad, Miguel me rodeó la cintura y me hizo girar, cambiando de dirección. Aunque no dijo nada, sentí una fuerte presión. Esa mirada intensa que me observaba había desaparecido.
