---- Capítulo 7 Nelson se veía muy distinto al hombre enérgico que yo habia conocido; ahora tenía una barba descuidada y el rostro demacrado. Al verme, sus ojos brillaron de inmediato y se acercó rápido. -lvana, ccómo te sientes? zEstás mejor? AAsentí, manteniéndome distante y sin mostrar ninguna emoción -Estoy mejor. Si no necesitas nada más, me voy. Rápido extendió el brazo para detenerme y, algo nervioso, me entregó una cajita pequefa. Al abrirla, vi un par de anillos. -lvana, Ilegaron los nuevos anillos de matrimonio que encargué. Los primeros aniíllos los habíamos disefiado juntos Nelson y yo. Tenían un significado muy especial para los dos y prometimos no quitárnoslos nunca. Pero un día me di cuenta de que Nelson ya no Ilevaba el suyo. Cuando le pregunté, me dijo que Elsa se entristecia al verlo porque le recordaba a Eduardo, así que decidió quitárselo por un tiempo. Eso me dolió mucho y terminamos peleando fuerte. No entendía cómo, si solo ayudaba a Elsa por respeto a Eduardo, tenía que Ilegar a ese punto. Pero Nelson dijo que yo no tenía empatía ni compasión Nos alejamos por bastante tiempo hasta que decidí dar un paso atrás, pensando que no valía la pena pelear con alguien que ya habia perdido a su esposo. ---- Tiempo después, cuando Nelson quiso ponerse el anillo de nuevo, se dio cuenta de que lo había perdido. Por suerte, aún teníamos los disefos originales y, como el mío ya estaba desgastado, pedimos un par nuevo, igualitos a los primeros. Pero antes de que Ilegaran esos anillos nuevos, nuestro matrimonio ya estaba irremediablemente roto. Sin pensar, toqué la marca tenue que aún quedaba en mi dedo, justo donde antes estuvo el anillo que Nelson había decidido desechar. -No hace falta. Por más que sean nuevos y parecidos, nuestra relación está demasiado dafiada. Ya no hay vuelta atrás. Quizá cansado de mi rechazo constante, Nelson explotó: -lvana, gpor qué no puedes entenderme? -Tú misma ocultaste tu embarazo. Si me lo hubieras dicho, jamás me habríia ido del hospital ese día. -Te expliqué mil veces lo de Elsa. No siento nada por ella, solo estaba cuidando a la esposa de mi mejor amigo y cumpliendo su deseo de ser madre. ;Por qué no lo entiendes? Lo miré sin emoción, sin la menor intención de aflojar. Al final, había sido él quien dijo claramente que nunca dejaría sola a Elsa, y ese " cuidado* parecía más bien una excusa para andar coqueteando todo el tiempo. -Si no vas a firmar los papeles, deja de buscarme. -No quiero volver a verte. Sin esperar respuesta, me alejé decidida ---- Después de ese encuentro, Nelson dejó de molestarme un tiempo. Pensé que por fin habia aceptado firmar el divorcio, pero, contra todo pronóstico, quien apareció en mi puerta fue Elsa
