---- Capítulo 8 Miré a Elsa sentada frente a mi, tomando su café despacio. Su actitud ahora era totalmente diferente a la que mostraba con Nelson. Dejó la taza con cuidado y me lanzó una mirada cargada de desprecio. -Nelson me ama a mí, así que apúrate y firma el divorcio. Frente a la verdadera cara que Elsa por fin mostraba, mantuve la calma y di un sorbo tranquilo a mi café. - Y quién te dijo que soy yo la que no quiere divorciarse? -Nelson es el que está rogando que no nos separemos. Elsa se quedó desconcertada un instante, pero pronto reaccionó con furia. -iEso no puede ser! Estoy esperando un hijo suyo, .cómo puede no querer casarse conmigo? jEres tú la que no lo deja en paz! Luego, con una sonrisa maliciosa, agregó: -Ah, seguro no lo sabes, cverdad? Este hijo que Ilevo no es por inseminación artificial, como Nelson te hizo creer. iHace tiempo que é y yo dormimos juntos! Por un segundo me quedé paralizada. Nunca creí que la traición de Nelson fuera más que emocional, jamás pensé que Ilegaría a engafiarme también en lo físico, mostrando una fidelidad falsa que ahora solo me repugna. Me levanté, tomé el café y se lo lancé a Elsa en la cara. ---- -Deberías estar agradecida de que estás embarazada. Sin mirar atrás, agarré mi bolso y salí. Mientras me alejaba, escuché cómo Elsa gritaba furiosa. De inmediato fui a ver a mi abogado con la grabación que había preparado, porque ya sabía que Elsa no venía con buenas intenciones. Con eso y la ecografía que mostraba claramente a Nelson como padre, tenía suficiente para iniciar el juicio por divorcio con él como culpable. Cuando Ilegó el día del juício, el tribunal confirmó la infidelidad de Nelson y, al mes siguiente, nuestro divorcio quedó oficial. Al salir del juzgado, Nelson se me acercó con los ojos rojos. -lvana, gtanto odio sientes por mi? ;De verdad no puedes perdonarme? Saqué la grabadora con calma y reproduje la voz de Elsa diciendo: " Hace tiempo que él y yo dormimos juntos." Su expresión se tornó pálida al instante. Se le fue el color de la cara. -Puedo explicarlo. Ese día la ayudé con las compras, ella insistió en preparar algo, bebimos un poco de vino y entonces... Lo miré fijo, sin mostrar ni un ápice de emoción. -«De verdad crees que Eduardo, desde donde esté, no vendría a vengarse si supiera que tu "cuidado' hacia su esposa era Ilevarla a la cama? Nelson quedó aún más pálido y callado. ---- -lvana, pero yo solo te amo a ti, con Elsa fue solo esa noche... Negué suavemente. -No necesito un amor tan barato.