---- Capitulo 02 Los siguientes dias después de salir del hospital, Naim y yo no tuvimos ningun contacto. Pero en las redes sociales, constantemente, veia noticias de él. Ely sus amigos, todos los dias aparecian en antros y karaokes, las mujeres a su lado eran cada mds joven, bella y divertida que la otra Y no pude evitar pensar que esa rea la vida que él queria Con esto en mente, empecé a recoger las cosas de la casa, y, cuando me preparaba para irme, me encontré con él abrazando a una muchacha en la puerta. Naim se qued6 pasmado un momento, ¢, instintivamente, quité las manos de la joven. Pero, en cuanto record6 su farsa de la amnesia, volvié a abrazarla con total descaro. -Recuerdo que esta deberia ser mi casa, gverdad? Sin mi permiso, Renata, gesto no cuenta como allanamiento de morada? Apreté la mano que sostenia la maleta. Aquella casa, efectivamente, era de Naim. Pero, también, era la casa que habiamos preparado para cuando nos casdramos. jAsi que ahora pensaba meter a otra mujer a hacer esas cosas asquerosas en nuestra casa de matrimonio! Apreté los labios, sin decir nada -Pero, considerando que dijiste que eras mi prometida -continud Naim-, esta vez te perdono, jla préxima no entres sin permiso! Lo miré con tranquilidad y, en voz baja, respond: -Esta bien. Gracias. No volverd a pasar. ---- «Tampoco regresaré a esta casa», pensé. iDigamos que corté todas las relaciones futuras! Jalé la maleta para irme, pero la chica, que Naim habia estado abrazando, de repente dijo: -Naim, quién sabe qué cosas puso en esa maleta, hay que revisarla, jhazla sacar todo para verlo! El hombre que hacia rato me decia que me fuera, inmediatamente cambié de opinion. Se volteo y me arrebatd la maleta. -Tienes razén, casi se me olvida. Menos mal que me lo recordaste, mi nifia linda. jsi no esta pobretona, quién sabe, cudntas pertenencias mias se habria llevado! Con fuerza, me quité la maleta, y queria tirarla al suelo, pero no se la pensaba dar. -jEstas son mis cosas, son privadas! {Con qué derecho me quitas la maleta? Naim se enojé al instante. -jEstds saliendo de mi casa! ,Cémo puedo estar segura de que no me robaste algo? En un instante, todo mi cuerpo se enfrid. jResulta que, a sus ojos, yo era una persona mas que despreciable! Naim me arrebaté la maleta, a pesar de que luché con todas mis fuerzas. Después de todo, yo era mujer y mi fuerza no se podia comparar con la de él. La ropa del interior se esparcié por el suelo, y dejé de resistirme ---- -Ya viste todo. No hay nada tuyo adentro, gverdad? La muchacha se tapé la boca, rigndose coquetamente. -jMira esa ropa tan fea y vieja! ;Qué pueblerina! -Pues claro, no es mas que una campesina -se burlé Naim, a su vez-. {Cémo va a tener el estilo de mi nifia linda para vestirse? Los dos me despreciaron completamente, mientras mis cosas permanecian esparcidas, como si hubiera cortado todas mis ilusiones -Ya que no hay nada, jentonces yo mismo me hago cargo! Con tranquilidad, recogi algunas de las prendas més viejas, antes de tirar todo lo demas al bote de basura. En ese momento, los ojos de Naim mostraron un leve nerviosismo. Después de todo, él me habia comprado toda su ropa, entre las cuales, incluso, se encontraba mi vestido de novia; el mismo que hablamos escogido ambos para nuestra boda. -2Ya no quieres nada de toda esa ropa? iIncluso hay un vestido de novia! Lo miré con indiferencia, antes de tirar el encendedor al bote de la basura, del cual no tardaron en emerger unas llamas enormes. Tiré el encendedor que tenia en la mano al bote de basura, al poco rato se encendieron llamas enormes. -No lo necesito. Ya no me sirve nada Cuando vi como el fuego, poco a poco, empezaba a apagarse, me di la vuelta para irme Bajo la luz tenue del farol, la expresién de Naim era indescifrable. ---- Solo hasta que mi silueta casi desaparecié al final de la calle, se acercé y me agarré de la mufieca. -Aunque yo tenga amnesia y no me acuerde de ti, no deberias darte por vencida, gy si algun dia recupero la memoria? Me rei friamente, sin responder, mientras me zafaba de su mano, y me marché sin més. En este momento, no pude evitar sentirme un tanto agradecida de que él hubiera sacado ese truco de la amnesia antes de la boda. De lo contrario, si lo hacia después de la boda, no podia imaginar lo desesperada que me hubiera sentido.
