---- Capítulo 5 Mientras sostenía mi café en la sala de espera, la pantalla gigante seguía repitiendo en bucle los proyectos ganadores del "Concurso de Disefio Emergente". Justo en el centro, brillando bajo todos los focos y con comentarios como "una obra brillante" o "una explosión de creatividad", estaba el disefio que yo le había "cedido" a Gloria. Al mismo tiempo, mi celular empezó a vibrar sin parar. Enla pantalla apareció la cara de Gloria. Su expresión de euforia había desaparecido por completo. Ahora solo habia horror y desesperación. -iElena, maldita perra! ;Cómo te atreves a usar ese disefio premiado para dejarme en ridículo? jEsto no se va a quedar así! Su voz aguda apenas se sostenía, cada palabra salía con veneno. Qué ironía... ahora resulta que hasta los que roban se sienten con derecho a indignarse. Levanté una ceja y respondí con una sonrisa seca, cargada de sarcasmo: ---- -êTú todavía no te cansas? éCon qué cara me reclamas? Pasé un dedo por el borde de la taza, haciendo sonar la cerámica suavemente. -Según el reglamento de tu universidad, si se comprueba que el trabajo de titulación es plagiado, te expulsan de inmediato. Y si el autor decide tomar acciones legales... ya sabes lo que puede pasar. Me incliné un poco hacia la cámara, con la mirada firme. - Dime, hermanita, équieres que lo haga oficial? -éTú serías capaz? Y entonces escuché la voz de mi papá al fondo, furioso: -iElena! No me importa cómo, pero ahora mismo vas a contactar al comité del concurso y explicar que ese disefio no era tuyo. jLo copiaste de tu hermana! -iElla te salvó la vida una vez! fAsí agradeces? ;Cómo criamos a una hija tan malagradecida? Otra vez lo mismo. Tomé un sorbo de café con calma y respondí con voz firme, sin levantar el tono: -Entonces, desde hoy, ya no soy tu hija. ---- -éNos estás amenazando? Mi mamá, abrazando a Gloria -que Iloraba como si el mundo se le viniera abajo-, me miró con esa decepción tanfamiliar. - Solo porque le prestaste tu disefio ya la quieres destruir? iDe verdad? Me duele verte así, Elena... me decepcionas muchísimo. Me encogí de hombros, sin cambiar el tono. - Si eso creen, no hay nada más que decir. Hugo, que había estado todo el rato en silencio, al fin abrió la boca. Me miraba como si no pudiera entender quién era yo. -éTodo esto fue planeado? iLo hiciste para vengarte de Gloria por lo de la boda? Te lo dije, Elena... ella no está bien. No es su culpa. No puede controlarlo... -iCállate! Lo interrumpí sin alzar la voz. Mis ojos recorrieron uno por uno sus rostros, hasta detenerse en el de Gloria, desencajado. Sonreí, tranquila. - éNo que Gloria está enferma y por eso hay que perdonarle todo? Pues explícaselo a la universidad. A ver ---- si ellos también son tan comprensivos, ino? Hice una breve pausa, disfrutando cómo se les borraba el color de la cara al mismo tiempo, y continué: - Y no se olviden de algo: tengo todo el derecho a denunciarla. Si quiero, la puedo Ilevar directo ante un juez. -iElena, te voy a matar! El grito de Gloria fue desgarrador. Fuera de sí, empezó a lanzar todo lo que tenía a mano contra el celular. Hugo, que aún lo sostenía, no alcanzó a esquivar un florero. Se escuchó un golpe seco, seguido de un quejido de dolor. Los miré hundirse en ese caos. Satisfecha, colgué. Bloqueé cada número, uno por uno. Me puse de pie y caminé directo a la puerta de embarque. El avión despegó, dejando atrás esa ciudad podrida de hipocresía. Desde la ventanilla, las nubes parecían olas doradas mientras el sol atravesaba el cielo. Cerré los ojos y me recosté en el asiento. El zumbido del motor me envolvía en una calma que no sentía desde ---- hacía mucho tiempo. Lo que no sabía en ese momento, era que esta vez Gloria sí terminó enferma. Pero no por depresión... sino por algo mucho peor: un brote maníaco. Yano se haría dafio para Ilamar la atención. Ahora llevaba un cuchillo en la mano... y lastimaría a cualquiera que se le cruzara. Y solo entonces, cuando ya estaban todos agotados de lidiar con sus ataques, fue que por fin empezaron a ver quién era realmente Gloria.