---- Capítulo 9 En mi vida anterior, al final ya no distinguía si seguía amando a Jorge o si solo era una obsesión. Tras una pausa, comenté con ironía: -Jorge, en realidad pedía muy poco, pero ni eso pudiste darme. -Yo también soy la nifia mimada de mis padres. ;Por qué permitiria que me pisotearas así? -Así que mejor dejémosto. Al terminar de hablar, aparté la mirada y cuando estaba a punto de irme, Jorge, desesperado, me agarró del brazo. Su alto cuerpo casi tropezó, mientras sus pálidos labios temblaban: -No estoy de acuerdo, -No podemos terminar así. -Mariana, eres mi esposa, no puedes abandonarme... Su voz temblaba al final. Me reí suavemente mientras retiraba mi brazo: -Ya estamos divorciados, Jorge. -Me obligaste a firmar los papeles del divorcio, me amenazaste para que asistiera a la rueda de prensa, y me vigilaste hasta el registro civil para asegurarte de que se completara el trámite. -Todo eso lo hiciste tú, no puedes negarlo, ; verdad? -Yo... -Jorge quedó sin palabras. ---- Cuando intentó seguirme de nuevo, sefialé con un ligero gesto hacia detrás de él. -Sefior Echeverria, en realidad usted y la sefiorita Quiroz hacen buena pareja. El rostro de Jorge perdió todo su color. Habia Ilegado a Santa Clara de madrugada. Después de que su asistente descubriera mi agenda, vino a buscarme sin descansar un momento. Pero cuando me vio con el vestido de novia, riendo y bromeando con Néstor, se detuvo gradualmente y permaneció quieto bajo el árbol, observándonos. No sabía desde cuándo había dejado de verme reir con tanta alegra. Siempre que nos encontrábamos, acabábamos discutiendo por Emilia. Poco a poco, fue dejando de venir a casa, quedándose a dormir en la oficina o pasando la noche bebiendo con Carlos y los demás. AAsí que en ese momento, comprendió con absoluta claridad: AAquel día en el registro civil, cuando dije aquellas palabras, lo decía de corazón. Ya nolo queria. Pero él no podía vivir sin m. El tiempo que pasamos Néstor y yo dentro de la tienda de novias, él permaneció fuera, esperando. Incluso pensó en entrar y golpear a Néstor, advertirle: "No codicies a mi esposa." ---- Pero finalmente no dio ese paso. Temia que Emilia lo odiara. -Jorge, Mariana se fue hace mucho tiempo -Emilia tiró suavemente de la manga de Jorge, devolviêndolo a la realidad. Bajó la mirada hacia ella, con voz ronca: -gQué haces aqui? -Yo... me enteré de que Mariana iba a casarse con otro. -Temía que estuvieras triste, así que vine a verte. Habló en voz baja y cuando estaba a punto de abrazarlo, Jorge frunció el ceão y la detuvo colocando las manos sobre sus hombros. Sus ojos se humedecieron al instante: -Jorge. -Mariana no te quiere, pero yo sí. Casémonos nosotros, ; de acuerdo? Jorge nunca había rechazado ninguna de sus peticiones. Ella pensaba que, tras mi divorcio, podría ocupar fácilmente mi lugar como sefiora Echeverria Pero en ese momento, el rostro de Jorge se endureció: -Enmiília, gte das cuenta de lo que estás diciendo? -Sí lo sé. Jorge, te quiero. Por primera vez expresó abiertamente sus sentimientos. Jorge sonrió con amargura, y su sonrisa se transformó en lIlanto. ---- Carlos le había advertido innumerables veces: "La manera en que Emilia te mira no es inocente. Si no quieres que destruya tu matrimonio, te aconsejo que la alejes.* "Jorge, estás cegado y no puedes ver las intenciones de Emilia." "Aléjala antes de que arruine tu matrimonio." Pero nunca le creyó. Selo tenía merecido. Santa Clara está lejos de Montealegre, pero cuando algo aparece en las redes sociales, se propaga rápidamente. Al tercer día de que Jorge me acosara, Néstor envió a su correo electrónico las pruebas de que Emilia habia falsificado los informes médicos, junto con evidencias de todas las veces que Jorge me habia fallado por ella a lo largo de los aõos, creando una cronologia completa que publicó en internet.
