---- Capítulo 9 Punto de vista de Isabel Me quedé paralizada. -En mi vida pasada, no solo te casaste conmigo, sino que te colaste en mi cama con engafos, fingiste ser inocente y terminaste embarazada, tuviste a mi hijo, Leo. Mi sangre se volvió hielo al comprender que Carlos también habia renacido. La voz se me atascó en la garganta. - Tú..? Él no respondió. Solo me miró, como si el recuerdo aún ardiera detrás de sus ojos. Así que eso fue todo, quizá ambos morimos, o tal vez, mi segunda oportunidad lo arrastró de vuelta conmigo, no lo sabia. Pero lo que sí sabía, era que esta vez, él no iba a ganar. Me zafé de su agarre y di un paso atrás. -Si realmente recuerdas todo, entonces también deberías recordar esto -dije con frialdad-. Nos dejaste, a nuestro hijo y a mí, quemándonos en ese coche. Elegiste a Alexandra una y otra vez. Y sabes qué? Ella es a quien realmente amabas, así que vete. Corre hacia esa mujer y hazlo bien esta vez, si es que sabes cómo. Él no se movió, ni parpadeó, -iY Leo? mi voz se quebró, pero no paré-. Gracias a tu noble y bondadoso corazón, Leo nunca volverá a existir, lo mataste y me mataste a m. Espero que vivas cada día sabiendo eso. Me dirigí hacia la salida del callejón, con la voz baja pero afilada. - Púdrete, Carlos. Y me fui, con el anillo en mi dedo y fuego en el pecho, sin ---- arrepentimientos. Nunca imaginé que mi boda con Kai coincidiria con la de Carlos y Alexandra, pero así fue. Luego corrió el rumor de que Carlos la habia dejado en el altar. Gritó algo como: -No se suponía que fueras tú, no puedo casarme contigo. Luego desapareció. Ni siquiera me sorprendí, porque Carlos siempre fue ese tipo de hombre, el que huye cuando las cosas se ponen difíciles, que abandona a quienes lo necesitan Lo que no esperaba... era que apareciera en mi boda Irrumpió en la ceremonia, sin invitación y sin aliento, como un hombre impulsado por la desesperación, -ilsabel! -gritó-. jNo te cases con él, cásate conmigo! La multitud jadeó y los susurros se encendieron como pólvora. -çEse es Carlos Cruz? -eNo acaba de dejar a esa chica, Alexandra, en el altar? -Recuerdo que Isabel solía seguirlo cuando eran nifios, -Aun así, esta es su boda. Está loco. Me quedé quieta, con mi mano en la de Kai, tranquila, firme e intocable. Carlos avanzó, con la mirada fija en mí. ---- -lsabel, estaba equivocado sobre todo. No lo veiía antes, pero ahora sí. Te amo, siempre te he amado. Solo fui demasiado ciego y estúpido para admitirlo. Dio un paso más. ati.. Seré diferente. Amaré a nuestro bebé y te amaré -Basta -exclamó Kai, con voz fria y decidida. Con un gesto, dos de sus guardias se movieron rápido y silenciosos, arrastrando a Carlos antes de que pudiera decir otra palabra, Kai se volvió hacia mí, buscando en mis ojos. - zEstás bien, Isa? Le sonreí y me acurruqué en sus brazos. -Más que bien. Y así, nuestra boda continuó. Fue perfecta. Pasó un afio. Una tarde tranquila, vi de nuevo a Carlos. Estaba encorvado en un banco del parque, sin afeitar y demacrado, aferrando un abrigo roto contra el viento, como si fuera lo único que le quedara. Según Damián, Kai había ido con todo contra é! después de la boda, así que cortó sus negocios en el exterior y tomó el control de sus operaciones poco a poco, hasta que no le quedó nada. Carlos perdió todo; su dinero, hombres y poder, incluso su nombre. Se rumoreaba que Alexandra murió en un accidente de coche. Habían discutido, se gritaron, quizá incluso le suplicó, pero ella se marchó y chocó de frente contra una pared. Se fue solo un mes antes de que naciera el bebé. ---- No sabíia si era verdad, pero no necesitaba saberlo. Todo lo que sabia era que el Carlos que una vez amé, ya no era más que un recuerdo, un extrafio en la calle. -lsa, vamos -dijo Kai, abriêndome la puerta del coche-. Traje el pastel que te gusta Me deslicé dentro con una sonrisa, rozando un beso en su mejilla. - Gracias, amor. Al ver por la ventana por última vez, Carlos ya no estaba, Quizá ese era el final al que siempre nos dirigíamos. Silencioso y definitivo, lo mejor que pudo ser.