---- Asenti, pensando en escribirle un cheque para agradecerle, como solia hacer antes, pero descubri que no tenia nada en los bolsillos. Claro, habia salido «con lo puesto». Después de todo, a pesar de que habia pensado llevar alguna ropa interior, mi habitacién estaba ocupada, por lo que, si ni siquiera tenia unas bragas, mucho menos un talonario de cheques. Miguel... cdmo puedo agradecerte? =No... no es necesario -respondis él, ligeramente sorprendido Y yo no insisti, pensando que, si alguna vez necesitaba que le devolviera el favor, no me negaria. -Descansa bien -me dijo a continuacién, antes de marcharse. Tenia que volver al trabajo. Y yo sonrei. Por supuesto que descansaria, Por fin podria hacerlo. Durante decenas de kilémetros, habia dormido en cobertizos, en campos de cultivo y en troncos de drboles bajos. Pero, aunque digo « dormir», en realidad vivia en estado alerta permanente, temiendo que alguien me capturara, o que alguna bestia salvaje me atacara. Sin embargo, cuando estuve de regreso en la mansién Martinez, no habia hecho més que esperar una oportunidad para escapar. Sentada en la suave cama de la habitacién de invitados, me pellizcaba una y otra vez la parte interna del muslo solo para mantenerme despierta Pensando en esto, me quité los zapatos, subi las escaleras y entré en el dormitorio, en donde me esperaba una gran cama con un colchén desnudo. No habia tenido tiempo ni siquiera para comprar lo més basico. ---- Aunque, para mi fortuna, el loft inclufa cortinas opacas, las cuales corti, antes de desplomarme en el colchén..., dejéndome arrastrar por un profundo suefio.