---- Capitulo 4 Me rei suavemente, con lagrimas rodando por mis mejillas - Si, soy malvada. Tu "amor puro" que se enreda con un hombre casado es el verdadero santo. Les deseo a ustedes, par de sinvergiienzas, cien afios de felicidad juntos. Afuera, Javier estaba hecho una furia porque habia insultado a su* primer amor' Me puse los audifonos sin més y le envié un mensaje a Carolina. Carolina era mi anterior representante y la que mas se habia opuesto a mi retiro del mundo del espectaculo. Luego habia abierto su propia agencia y ahora tenia varios artistas prometedores bajo su mando. - Daniela, debes entender que tu valor actual no se compara con el de antes. - Lo sé. Durante los primeros tres afios, no pediré ningun pago. Solo quiero actuar. Carolina, por supuesto, no pudo resistir semejante tentacién y acepté répidamente, acordando reunirnos en su oficina por la tarde para discutir los detalles. Ala majiana siguiente. Lucia volvié a golpear mi puerta con fuerza: - ;De verdad no vas a lavarla? {Te parece que asi eres una buena madre? Estaba empacando mis cosas cuando la escuché. Respondi friamente: - Puedes enviarla por correo a la compaiiia de Susana. Seguro ella ---- te la lavard a mano hasta dejarla impecable. Lucia se queds sin palabras por un momento: - Si Susana fuera mi madre, seguramente seria mas responsable y me entenderia mejor que tu -dijo antes de irse enfadada. Era extrafio, pero no senti ni una pizca de tristeza Un rato después, Javier también se levantd. Como de costumbre, fue al comedor para desayunar, pero encontré la mesa vaca, sin siquiera el vaso de leche tibia que solia estar alli cada mafiana. Fruncié el cefio y vino a tocar mi puerta: - Daniela, mi paciencia tiene un limite. ;Tus berrinches también deberian tenerlo! No me molesté en responderle. Javier golpes un rato mas y luego se fue frustrado, pero volvié poco después, atin mas molesto. - No planchaste mi traje, ni escogiste mi corbata. ;Dénde pusiste el clip? - jTampoco lustraste mis zapatos! Al no obtener respuesta, agoté su paciencia: - Daniela, te he dado una vida de lujos, ino para mantener a una tirana! Javier salié dando un portazo. Sali de la habitacién sin prisa y, al llegar a la puerta, vi los zapatos nuevos de Lucia. Levanté el pie y los pisé con fuerza. Alauna de la tarde, llegué puntual a las oficinas de la compafiia de Carolina. Sin embargo, no esperaba encontrarme con dos visitantes indeseados. Javier, al verme, inmediatamente se puso serio ---- - {Qué haces aqui? Miré hacia su lado, donde Susana se apoyaba carifiosamente contra él Respondi con frialdad: - A donde voy es asunto mio. Aunque les aconsejo a ciertas personas que se controlen un poco. Al fin y al cabo, la fama de amante no es muy agradable. Susana se tensé de repente y miré a Javier. EI, enojado, dio un paso adelante, cubriendo a Susana - 4Crees que todos tienen una mente tan sucia como la tuya? Vine a acompafiar a Susana a una audici6n. Daniela, vuelve a casa ahora mismo y deja de hacer el ridiculo aqui! Hacer el ridiculo... zEI también pensaba que ahora era una verglienza? Senti una amargura en mi coraz6n: - Es mi mente la que esta sucia o tu el que esta avergonzado? {Desde cuando se va alas audiciones del brazo? Si alguien no lo supiera, pensaria que eres el protagonista. Javier se quedé sin palabras Susana y yo notamos a los paparazzi detras. Ella se adelanté, poniéndose frente a Javier: - Daniela, esta malinterpretando todo. Javier solo ha sido un mentor para mi, lo veo como un hermano. Si esta enojada, golpéeme a mi. No me defenderé! Diciendo esto, tomé mi mano y la dirigié hacia su rostro. ---- No alcancé a detenerla y, en un segundo, su mejilla quedé marcada por una bofetada. Casi instanténeamente, Javier me empujé con fuerza por las escaleras. Cai rodando como una pelota hasta el suelo, Todo mi cuerpo dolia, abri la boca pero no pude emitir sonido. Las camaras de los paparazzi casi tocaban mi cara. - Eres Daniela? ¢De verdad eres Daniela? - jDaniela se ha convertido en una gorda! ;Dios mio! Aparté sus cdmaras con la mano. Vagamente, vi que Javier parecia querer acercarse, pero Susana lo detuvo. - Javier, no vayas. Los paparazzi te fotografiarén. Vamonos rapido Susana se llevé a Javier Me levanté aguantando el dolor y, tambaledandome, me abri paso entre los paparazzi para entrar al edificio.