---- Capitulo 10 En las fotos, Clara ya no era la misma. El pelo grasoso, los ojos apagados, sin rastro de esa inocencia que tanto fingia al principio. En esta vida también terminé cayendo en las drogas, y peor que antes. Mas répido, mas hondo. Afuera, donde las leyes son mas flojas, se volvié una adicta sin fondo. Ese dia, bajo un sol brillante, di a luz a nuestros trillizos sin complicaciones. Tal como esperdbamos, los tres eran varones. Hermosos, sanitos, con la misma cara de César. -Amor, fuiste tan valiente -me dijo, sonriendo de oreja a oreja. Estaba tan feliz que, sin pensarlo dos veces, puso millones a nombre de cada uno. Y armé una fiesta gigante, con medio mundo invitado, para celebrar la llegada de sus hijos. Mientras tanto, al otro lado del mundo, Nelson acababa de darle una golpiza a Clara Ahora fumaba en el sofa, con la mirada vacia En la tele, el noticiero hablaba de los trillizos de la familia Navarro. César aparecia en pantalla, feliz, rodeado de flashes y felicitaciones. Nelson miraba la television... y luego se miraba a si mismo: solo, ---- vencido, lleno de odio. No entendia cémo habia terminado asi. El era quien debia heredar la familia Navarro. El debia casarse conmigo. El tenia que estar arriba, no arrastrado como un perro. De repente, un dolor agudo le atravesé el cuello. Se giré de golpe y vio a Clara parada ahi, con una sonrisa torcida y una jeringa vacia en la mano. -Nelson, td tampoco vas a tener final feliz -susurré-. Si yo me pudro, tu te pudres conmigo. Tenia sangre en la boca, y esa sonrisa... solo daba lastima -jEstas loca! Qué me pusiste? -gritd , retrocediendo. Clara se limpié los labios con la manga y solté una risa seca: -iQué mas? Drogas. Para que veas lo que es volverse adicto. Y dicho eso, cay al piso como una mufeca rota. Nelson salié corriendo como loco, pero ya era tarde. La cosa esa ya le corria por las venas. Cuando nos Ilegé la noticia de que habia cafdo en las drogas, yo andaba organizando la fiesta de los bebés. -Que se las arregle alla afuera -dijo César, seco-. Si se cura, bien. Y sino... para mi, ya no tengo hijo. Luego bajé la mirada hacia los bebés, envueltos en sus mantitas ---- suaves, y sonrié con ternura. -Total, ya tenemos a nuestros tres angelitos. Yo también sonrei. Esta vida... si que puso a cada quien en su lugar. Y mas rapido de lo que imaginé. a Lo de Nelson no me cambié el humor ni un poquito. César, aunque ya no era un chiquillo, seguia leno de vida. Con el tiempo, tuvimos més hijos: otra parejita de gemelos y una nena preciosa, como una flor. Cada vez que los veia corriendo por el jardin, sentia que el corazén se me llenaba. Mientras yo vivia tranquila, rodeada de amor y de risas, Nelson ya no era ni la sombra de lo que fue. Hasta que un dia lleg6 la noticia: En un arranque por abstinencia, perdié el control y mats a Clara con sus propias manos. Me enteré mientras jugaba con los nifios. César apenas alz6 una ceja. =No vale la pena -dijo sin mas. Para él, Nelson ya no existia Y asi, los dias siguieron. Hasta que llegé esa fecha: el dia en que, en mi otra vida, César habia muerto. ---- No quise soltarlo ni un segundo. Lo obligué a quedarse en casa conmigo Pasamos el dia en paz, sin sobresaltos ni malas noticias. Y al caer la noche, por primera vez en mucho tiempo, bajé la guardia. Senti que, por fin, podia vivir mi felicidad sin miedo.