Capítulo 14: ???? ???? ???? ???? ???? Sara salió de la empresa escoltada por la policía y luego de hacerle una advertencia la dejaron marcharse. Parada frente al inmenso edificio Sara sonrió, ella no había tenido intenciones nunca de entrar, sabía que Hugo no se lo permitiría, solo quería llegar hasta la recepción y causar algunos pequeños problemas para él. Había conseguido su pequeño objetivo esa mañana, así que luego de reír un poco se marchó a la Universidad, lo que Sara no sabía era que todo lo que había ocurrido lo habían informado a Rafael y el anciano Moretti estaba enfurecido con su nieto y antes que Sara llegara a la escuela recibió una llamada de Rafael. “Hola abuelo. ¿Cómo estás?“ contestó Sara. “Sara hija, ven a verme de inmediato hay algo que necesito que firmes”. “Claro abuelo, ya salgo para allá”. Colgando la llamada Sara guardó el teléfono y salió a buscar un taxi. Treinta minutos más tardes entraba a la Mansión Moretti, se asombró cuando vio muchos carros estacionados afuera. Normalmente Rafael no recibía visitas, al menos fuera algo personal y todos los asuntos de la empresa los delegaba a su nieto. Uno de los empleados escoltó a Sara hasta el estudio donde habían 5 hombres vestidos de trajes y el Abuelo Rafael. “¿Qué sucede abuelo?“ se preocupó Sara. “Nada hija, solo algunos papeles que necesito que firmes”. Sara no era boba, sabía que si había tantos testigos no podrían ser algunos simples papeles, algo tramaba el Viejo Rafael. “Abuelo “ habló Sara alargando el sonido de la vocal ó en tono acusador “ no me mientas. Dime qué está pasando”. “Mira lo inteligente que es “ habló Rafael mirando a los hombres y señalando a Sara “ No es fácil engañarle. Una chica muy lista y la mejor de su clase “ alardéo orgulloso Rafael y luego mirando a Sara agregó. “Estos son mis abogados, los llamé porque me enteré que hoy fuiste a la empresa y mi nieto llamó a la policía, para evitar que eso vuelva a ocurrir mis abogados van a trasferir algunas acciones a tu nombre“ Sara intentó negarse y Rafael no se lo permitió y continuó hablando “ Yo fundé esa empresa desde cero, aunque Hugo le dio el poder que tiene hoy sigo siendo el mayor accionista con el 50% , Hugo tiene el 40 y el otro 10 su padre. Voy a transferirte el 40 % de mis acciones para que tengas el mismo poder de Hugo en la empresa y no pueda negarte la entrada”. Sara volvió a intentar negarse y Rafael no se lo permitió “No hay forma de que me hagas desistir, ya tomé una decisión y no hay vuelta atrás. Sé que eres una buena estudiante, pronto te graduaras y ya debes comenzar tus prácticas, puedes trabajar en la empresa y luego decidir que quieres para tú vida” Sara conocía bien a Rafael y sabía que era un viejo testarudo así que luego de analizarlo tomó una decisión. “Está bien” Aceptó Sara “pero con algunas condiciones. En primer lugar le vamos a dar otra oportunidad a su nieto , si yo vuelvo a la empresa y él me niega la entrada, acepto las acciones. En segundo lugar no quiero tener nada que ver con las decisiones de la empresa, después de todo la empresa es fruto de su trabajo por tanto pertenece a usted y sus descendientes, todo esto será sólo una fachada para presionar a mi esposo. Y en tercer lugar redactará otro contrato para que yo pueda pasar las acciones a Hugo cuando decida, que el documento esté listo y firmado por mí y que solo falte la firme de él para que sea válido. Así cuando todo acabé él pueda tener lo que por derecho le pertenece. Rafael aceptó y los abogados se pusieron a trabajar cuanto antes. Sara no había contando con que Rafael realizara esta acción, pero teniendo ahora en su poder el 40% de las acciones del Grupo Moretti sería más fácil presionar y vengarse de Hugo, después de todo ese era su único objetivo. Ella no quería robar lo que no le pertenecía, ni aprovecharse de la bondad de Rafael que había sido tan bueno con ella. Luego de que todos los documentos estuvieron listos Sara los firmó y se marchó. Rafael estaba complacido con el resultado a pesar de las condiciones de Sara, después de todo su objetivo también era presionar a Hugo, él tampoco quería negarle lo que le correspondía. Hugo era su único nieto y le tenía mucho cariño y aprecio y solo quería lo mejor para él. Rafael no le había dicho a nadie, pero sabía que le quedaba poco tiempo de vida y lo único que quería era dejar a su nieto en buenas manos y con una buena vida por delante. Sara durmió tranquilamente ese día, hasta dormida sonreía imaginando la cara que pondría Hugo cuando supiera que ella tenía acciones de su empresa. A la mañana siguiente se preparó y fue de nuevo a la empresa. La misma chica del día anterior la detuvo cuando se disponía a subir a los ascensores. “Señorita ya le dijimos que no puede subir, usted no está autorizada”. “Y yo ya le dije que soy la esposa de su jefe, tengo derecho a subir”. La chica sonrió, todos sabían en la empresa que el jefe era un mujeriego y que tenía incontables aventuras, pero nunca habían escuchado de una esposa y ahora de la nada apareció esta loca asegurando estar casada con el jefe. “Señorita no insista y por favor márchese, no me obligue a llamar la policía otra vez”. “Exijo que llame a su jefe y le diga que estoy aquí y quiero subir”. La secretaria no tenía intensiones de llamar otra vez a su jefe pero debido a la incesante insistencia de Sara tuvo que ceder y llamar a Laura la secretaria de Hugo. “Buenos días Señorita Laura aquí está otra vez la señorita que asegura ser la esposa del jefe. ¿Qué hago?” Laura no tenía idea que hacer, ya Alejandro la había alertado de que esa mujer no era ninguna loca, si no la verdadera esposa de Hugo, pero este se negaba a verla y ayer después de la partida de ella, Hugo estaba de un terrible mal humor. Laura consideró un momento y al final decidió informar a su jefe y que él tomará la decisión final. Laura respiró profundo y se armó de valor para tocar la puerta de la oficina de su jefe. Hugo estaba reunido con Matías, era una de esas visitas sorpresas que Matías solía realizarle y que lo sacaban de sus casillas, odiaba que le interrumpieran en el trabajo, así que cuando Laura tocó la puerta vio su vía de escape y de inmediato le ordenó que entrara. Laura se veía visiblemente nerviosa y Hugo sospechó que su vía de escape se había trasformado en un callejón sin salida. “Señor en la recepción se encuentra la señorita de ayer, asegura ser su esposa y tener derecho a subir a hablar con usted”. Hugo respiró profundo, se preguntaba que quería esa mujer, este día no había comenzado de la mejor manera posible y veía que solo se complicaría más con el trascurso de las horas. “¿Estás casado?“ preguntó asombrado Matías que no sabía nada al respecto o no recordaba. “No conozco a esa mujer y no me interesa verla “ habló alzando la voz y luego mirando a Laura que estaba casi a punto de temblar agregó “ dile que se valla y si no obedece llamen a seguridad o a la policía, a quien sea pero que se vaya y no me molesten más con cosas insignificantes, les pago para que atiendan los problemas o tengo que hacerlo todo yo. “Si señor”. respondió Laura y salió casi corriendo de la oficina. Tomó el teléfono y marcó a la recepción. “Que se vaya y si no obedece llamen a seguridad”.