Capítulo 18: ???? ???? ???? ???? ???? “Yo no puedo aceptar semejante cosa, ¿Pasar cómo tu novia?” “Oye, dijiste que era guapo, ¿Tanto te molestaría que creyeran que estamos juntos?” Ella se soltó de su abrazo y lo observó por unos segundos. “Es una locura…” Franco acarició dulcemente su rostro “Te lo ruego, Victoria, realmente te necesito” “¿Al menos puedo pensarlo?” “Sí, puedes pensarlo hasta mañana, pues mi abuela quiere conocerte” “¡Oh!, sin presión, ¿Verdad?” “El tiempo apremia, cuando la conozcas, si es que aceptas, sabrás de que hablo. Ahora te dejo descansar” Le besó la frente y se dirigió a la puerta de calle. Al llegar allí, Victoria lo detuvo con un grito. “¡Franco, aceptaré…!” Franco se dio vuelta. “¿Estás segura, no quieres pensarlo mejor?, no quiero que te arrepientas en unos días” “Mira, nada puede ser peor que vivir con mi madre alcohólica y mi padrastro abusivo. Pero quiero todo por escrito, firmado y una copia en mi poder y una cláusula que diga que no importa lo que suceda no puedes retractarte de nuestro acuerdo económico”. Franco corrió hasta ella, la levantó por la cintura y girando le dijo. “Lo que quieras, chiquilla, no te arrepentirás, lo juro” “Ok, pero bájame o me voy a marear” La puso en el piso. “De verdad, Victoria, no te vas a arrepentir. A primera hora hablaré con Georgian y arreglaré todo para que en la tarde firmemos, ¿Te parece?” “Perfecto, cuanto antes mejor, no quiero pensarlo mucho, a ver si me arrepiento” “No lo harás, lo juro” Franco se marchó y condujo lo más rápido que pudo con la esperanza de llegar a la casa y encontrar a Georgian. Y así fue. Lo llevó a su estudio y conversó con él para que hiciera los arreglos correspondientes para el trato con Victoria. “De más está decirte, amigo, que esto es más que confidencial es casi un secreto de estado” “Franco, ¿Cuándo infringí un tratado de confidencialidad en mi vida?” “Nunca, pero esto es muy importante para mí, y sobre todo no quiero que Victoria sea manoseada por nadie” “Tranquilo que tu ‘novia alquilada’ estará a salvo” “No le digas así, no me gusta ese término” “Pues será el que figure en el contrato, porque a eso se compromete ella”. “Ok, pero suena horrendo” “Estamos de acuerdo, pero nunca los términos legales suenan lindos. Como abogado deberías saberlo” “Cierto, solo espero que esto salga bien. Más allá de mi beneficio, quiero que ella pueda tener una buena vida, es una chica genial, te gustará cuando la conozcas, se merece lo mejor”. “¿Tú no estarás enamorado de ella?” “¡No, qué va!, pero sé reconocer algo bueno cuando lo veo, y ella lo es”. El día pasó sin demasiados sobresaltos, hasta que Georgian llamó a Franco para avisarle que el contrato estaba pronto. El pasó a buscar a Victoria por el café. “Iremos al estudio de Georgian” “Bien” “¿Estas nerviosa?” “Un poco” “Todavía estás a tiempo de negarte” “¿Es lo que quieres?, que me niegue” Franco apartó su vista de la carretera y poniendo su mano en la rodilla de Victoria la miró “¡No!, ¡Claro que no!, quiero que hagamos en trato y que sea beneficioso para ambos”. “Ok, ¡Hagámoslo entonces!”