Capítulo 19: ???? ???? ???? ???? ???? Ambos llegaron al estudio y firmaron todos los papeles, con todas las objeciones y correcciones que hizo Victoria. A la salida… “Bueno, señorita Avalos, ya somos oficialmente novios” “Cierto…” “¿Estás bien?” “Eso creo, aunque un poco mareada, supongo que porque no comí nada en todo el día por los nervios”. “No se diga más, vamos a cenar” “Preferiría que pidiéramos algo y comiéramos en la casa” “Hay una pizzería cerca, pasamos por allí y llevamos unas, ¿Te parece?” “Suena genial” Llegaron a la casa y cenaron. Mientras que lo hacían planeaban su próximo movimiento. “Escucha, tú eres de una familia adinerada, que tiene viñedos en el exterior. Viniste para terminar un doctorado en ciencia de la contrición porque hiciste arquitectura, por eso nos conocemos, te contacte para reciclar la casa y nos enamoramos, así de simple y sin muchos detalles, aunque te pregunten. No hay que enredarlo demasiado o nos descubrirán”. “Hasta ahora es sencillo y fácil de recordar” “Mañana saldremos a comprarte ropa, también peluquería y manicura” “Mañana no creo que pueda…” “Chiquilla, si es por el trabajo, ya no podrás trabajar más en la cafetería, éste es tu nuevo trabajo” “Ok, es que todavía no caigo…” Franco se acercó lo más que pudo a ella, y ella solo lo miró. “Bien, quería comprobar que no te molesta mi cercanía” “No, no me molesta” “Yo no voy a pedirte ningún acercamiento con connotación se%ual, lo dejé bien claro cuando te lo propuse y en el contrato, nada de besos tampoco, pero convengamos que debemos tomarnos de la mano, abrazarnos…” “Si, mostrarnos cariñosos, eso lo entiendo, por lo demás no me pidas nada, te lo ruego” “Nada, lo prometí y soy hombre de palabra. Pero debes dejar que me acerque y hagas alguna de estas cosas” Se acercó y la besó en el cuello, tomó su mano y besó la punta de sus dedos. La abrazó tomándola por la cintura y por la nuca y besó su oreja, así como la punta de su nariz. Victoria se estremecía con cada contacto, con cada beso, sentir su aliento sobre su piel la erizaba de pies a cabeza. “¿Cómo te sientes con eso?” “Nerviosa, no voy a mentirte, el contacto físico con otra persona, sobre todo con un hombre, me inquieta. Recuerda que estuve años huyendo de un padrastro que quería poseerme” “¿Te vi%ló, el desgraciado?” “No, él estaba convencido que yo caería por mi propia voluntad…” No puedo creer lo que me ha propuesto Franco y mucho menos que lo haya aceptado. Siendo sincera no fue solo por el dinero que lo hago. Creo que me siento muy sola, y esta es una manera de tener una familia, aunque sea alquilada. “Bien, quería comprobar que no te molesta mi cercanía” ¿Cómo podría molestarme su cercanía? Me estaba abrazando el hombre por el que cualquier mujer pagaría y a mí me pagarán por hacerlo. Él era perfecto, pero yo no podía perder el foco, era un trabajo, tenía que aceptarlo como tal y hacerlo lo mejor posible. Morí de vergüenza en el estudio con el abogado. Sentí que me vendía y cuando dijo: “Victoria Avalos, de ahora en más nombrada como La Novia Alquilada…” Quise que la tierra me tragara. Sentí que me vendía literalmente, aunque estar con Franco hacía que valiera la pena. Conversar con él tan abiertamente me hacía sentir bien. “Mira, no quiero que nada te incomode, es más, me gustaría que los disfrutaras. A mí me gusta abrazarte” “A mí me gusta que lo hagas, aunque me ponga nerviosa. Tienes que darme tiempo” “Todo el que necesites” Esa noche no quiso irse, por si yo necesitaba algo, ocupo un dormitorio de la casa, el que estaba junto al mío.