---- Capitulo 8 Me costaba entender como nuestra relacién habia llegado hasta este extremo. En mi infancia, mama y yo viviamos en un sotano. Eran nuestros dias mas dificiles: no podia permitirme ir a la escuela, asi que trepaba furtivamente al arbol frente al muro del colegio para espiar desde alli las clases. Un dia, cai de las ramas llorando acurrucada. Un nifio de mi edad me ofreci6 carifioso un caramelo de leche envuelto en celofan. -Deja de llorar, toma esto -dijo mientras extendia la mano. Alcé la vista entre sollozos, atraida por el dulce brillante Me calmé mientras saboreaba el delicioso caramelo. El permanecié sentado conmigo largo rato, contandome historias que jamas habia escuchado. Mas tarde, me acompaiod a casa tomandome de la mano. No sabia su nombre entonces, solo recordaba la placa en su uniforme. Afios después, supe que se llamaba "Adridn Mendoza'. Este bello recuerdo imborrable para mi, quizés nunca valié la pena ser recordado por él. Adrian se queds petrificado por mucho tiempo en el auto hasta que encontraron el cadaver de Lucia. ---- El parecia triste y tenia los ojos enrojecidos. Condujo a gran velocidad hasta nuestra residencia matrimonial Entré cabizbajo en la habitaci6n que decoré con esmero, donde cada detalle reflejaba mi devocion. Sin embargo, la foto de bodas en la pared parecia burlarse de mi ingenuidad. Por amarlo, crei que veria mis esfuerzos. Por amarlo, le perdoné una y otra vez todo el dafio que me hizo. Pero, {cual fue el resultado? No solo perdi mi vida, sino que arrastré con ello a mi familia. De qué sirvi6 todo este amor? Adrian recorrié cada rincén con dedos temblorosos antes de desplomarse en la cama Tres dias sin comer ni beber, acariciando obsesivamente mi Unica fotografia. Palidecié como un vampiro, hasta temerfa que muriera alli. Ni una sola palabra pronuncié desde su llegada, manteniendo las cortinas cerradas en una oscuridad perpetua. Lo observé durante un largo rato, hasta que al fin escuché que pronunciaba sus primeras palabras: -Camila... gSentiste mucho miedo en aquel momento? Pero en mi interior ya no quedaba ni un dpice de emocién. Al cuarto dia, por fin salid de casa. ---- Lo segui atenta hasta la funeraria. David estaba arrodillado frente a la chimenea, con los ojos hinchados de tanto llorar. Vilos dos atatides alli colocados: el mio y a un lado el de mamé. Mi espiritu se aproxims para ver a mi mamé una ultima vez. Al contemplar su cara palida, se me saltaron las lagrimas. -Mamia, todo fue culpa mia. Fui yo quien te hizo dafio. Te niegas a verme porque me odias, gverdad? "Sus veinte afios de sacrificios terminaron en tragedia por mi causa Cémo no habria de odiarme?" -jAdridn! {Tienes el descaro de aparecer aqui? -rugié David al interceptarlo. Inesperadamente, Adrian se arrodill6 suplicante: -Déjame verla siquiera por ultima vez. {Solo un vistazo! -iLargo de aqui! Camila no quiere verte -replicé con voz cortante mientras ordenaba a los guardias que lo expulsaran Luego del altercado, David regresé al velorio. Habia enflaquecido notablemente e incluso encanecido por completo Sin él, quizas nadie habria reclamado el cuerpo de mama. Me acerqué a él y le hablé con dulzura: -Gracias, David. Aunque sabia que no podia oirme, seguro que sentiria mi inmensa gratitud. ---- Volvi a flotar hacia mi cadaver. En el momento en que toqué mis restos, mi cuerpo empezé poco a poco a disiparse de repente. En el Ultimo instante, gritos exteriores resonaron: -jAlguien se suicidé!
