---- Capitulo 16 Bajo el cielo estrellado, Alberto estaba encogido, en silencio, sentado en un banco de piedra Apoyé el antebrazo sobre las rodillas de Elsa, pero no podia apartar la mirada de su cara. La luna le caia suave sobre la piel. Parecia brillar por cuenta propia, incluso en la oscuridad. Solo cuando la pomada tocé la quemadura solté un quejido agudo. Ahi volvid en si. -Esté bastante fea. Si no la cuidas, te va a quedar marca. TU también estudias medicina, {como se te ocurre no tener cuidado? -No es para tanto. Soy hombre, {quién se va a fijar en una cicatriz en el brazo? ~Yo si me fijo -suspiré Elsa. Al oirla, se quedé quieto, parpadeands, sin entender bien lo que acababa de escuchar. Cuando terminé de ponerle la pomada, Elsa lo miré con calma: -Alberto, mafiana vuelves a la universidad. Sé lo que sientes por mi, pero ahora no estoy en un momento para pensar en el amor. No quiero que pierdas tu tiempo por mi. Alberto abrié la boca para decir algo, pero Elsa lo interrumpi -El proximo afio es el examen general de ingreso al Instituto Médico. Si quedas entre los primeros cincuenta... te voy a estar esperando. ---- Ella lo sabia. Sabia que Alberto sentia algo fuerte por ella. Y ella no lo rechazaba, no del todo Pero tampoco podia dejar que él soltara su camino por algo tan impulsivo como el amor. Con esa promesa, Alberto acepté marcharse. Al dia siguiente, Elsa lo acompaiié al aeropuerto. "Elsa... gpuedo abrazarte? Antes de abordar, Alberto se volvié hacia ella. Tenia la mirada llena de esperanza. Al verla asentir, corrié hacia ella y la abraz6 con fuerza. -Déjame cuidarte. Quiero ser tu apoyo... tu lugar seguro. Por un momento, Elsa se qued6 inmévil Después apoyé la cara en su pecho, despacio... y asintid. Pas un buen rato hasta que Alberto la soltd, con cierta tristeza. Incluso cuando el avién ya se perdia en el cielo, Elsa todavia sentia en el oido el eco de su corazén latiendo con fuerza. Cuando llegé la primavera del afio siguiente, justo cuando acababan de celebrar un avance clave en el desarrollo del nuevo medicamento, Elsa se detuvo en seco frente al edificio del laboratorio. Nelson estaba ahi. Parado en silencio, con su gabardina gris deslavada, mirandola fijo. Un afio sin verse, y él... estaba irreconocible. ---- Pero en cuanto la vio, una chispa se encendié en sus ojos apagados Su voz temblé apenas de emocién: -Elsa... Ella dio medio paso hacia atras. Ese gesto simple lo dejé helado. El pecho se le apreté al instante. -No me toques. Levanto la mano, firme, dejando un espacio que ya no se podia cruzar. Nelson bajé la mirada y sintié cémo algo dentro de él se rompia sin remedio. Negaba con la cabeza, apretando la mandibula, los ojos llenos de lagrimas: -¢De verdad me odias tanto...? No vine a molestarte. Solo... solo queria verte. {Podemos hablar un momento? Queria decirle cudnto la habia extrafiado. Cudnto se odiaba por todo. Queria abrirse el pecho y mostrarle el peso del remordimiento, como lo habia destrozado por dentro. Pero cuando se cruzé con la mirada de Elsa, tan oscura y lejana, todo se le atoré en la garganta. No pudo decir nada. Las hojas nuevas del ginkgo caian entre ellos, sin un solo ruido Paso un buen rato antes de que ella hablara: ---- -Vete. No quiero verte. Luego se dio vuelta para irse. -jNo! jNo te vayas! Nelson estiré la mano, pero solo alcanzé6 el viento frio que cruzaba el pasillo. El guardia se acercé rapido y se interpuso. Y entre el velo de sus propias lagrimas, Nelson la vio alejarse. No pudo detenerla. Ya no. Después de mas de trescientos dias buscandola... al fin la habia encontrado. Y otra vez, la perdié