---- Capítulo 9 Me di la vuelta y subí las escaleras. Miguel intentó seguirme, pero Ximena lo sujetó impidiêndole irse. Él se volvió hacia ella, mirando ese rostro aparentemente inocente pero profundamente cruel, y recordando sus palabras anteriores, sintió una furia incontenible. Le dio una fuerte bofetada a Ximena y dijo con decepción: -Por respeto a tus padres, ya he sido extremadamente tolerante contigo. iPor qué sigues provocando a Sonia? Ximena nunca habia sido golpeada por Miguel. Rompió a Ilorar inmediatamente: -iMiguel, eres un desgraciado! jáhora yo soy tu esposa! -jEsa Sonia no es más que una amante que debe mantenerse oculta! jYa me he controlado bastante al no matarla! -iBasta! -dijo Miguel con rostro impasible-. Por el bien del nifio, no te haré daãio. Ahora, ilárgate! Ximena quiso decir algo más, pero Miguel le espetó impaciente: Ahora mismo! jinmediatamente! Con los ojos enrojecidos, Ximena se marchó Ilena de resentimiento. Cuando se fue, Miguel subió corriendo las escaleras, pero yo ya habia cerrado la puerta con lIlave. -Sonia, abre la puerta, hablemos tranquilamente, £sí? -dijo con voz suave. -Miguel, estoy muy cansada hoy, no quiero hablar. Vuelve mafiana -respondí con frialdad. ---- Al ver que no lo ignoraba por completo, Miguel se tranquilizó un poco. Estaba a punto de decir algo más cuando sonó su teléfono. Supuse que era Ximena quejándose de nuevo y, efectivamente, tras atender la Ilamada, se marchó apresuradamente. Después de que se fuera, envié un mensaje a Carlos: "Ven a recogerme esta noche." Carlos me envió una foto de Santiago en el aeropuerto y respondi: Espérame." Esa noche, incendié la villa y, aprovechando el caos, subí al coche de Carlos. -Ya he organizado todo me dijo mientras conducía-. Alguien disfrazado como tú saltará al lago. -Miguel pronto recibirá la noticia de tu muerte. Mostré mi primera sonrisa sincera en mucho tiempo. Todo habia terminado. -En realidad, no era necesario fingir tu muerte -dijo Carlos frunciendo el ceo-. Te dije que podía protegerte. Negué con la cabeza y sonreí: -No, solo muriendo puedo quedarme en su mente, hacer que él y Ximena se torturen mutuamente. Hice una pausa, lo miré y afiadí con calma: -;Cómo podría simplemente dejarlo, después de todo el sufrimiento de mi vida anterior? Carlos pisó el freno bruscamente, sorprendido. ---- Me miró con una chispa de pánico en sus ojos y preguntó: -;Qué... qué estás diciendo? Ignorando su pregunta, le pregunté con los ojos húmedos: -Carlos, é cómo moriste en tu vida anterior? Carlos intentó evadir mi pregunta, pero yo insistí con certeza: - Renaciste el mismo día que yo, iverdad? -Por eso, para cambiar mi destino, cancelaste tu viaje a Australia. -Querias impedir mi boda, pero por casualidad terminaste salvándome. -é Tengo razón? Carlos guardó silencio por un momento y finalmente asintió: -Es cierto. Pensé que Miguel también había renacido, y por eso la historia cambió esta vez. -No esperaba que fueras tú quien habia renacido. Al decir esto, sus ojos se enrojecieron y continuó con voz quebrada: -Lo siento, en mi vida anterior... me fui a Australia, evitando deliberadamente todas las noticias sobre ti. -Creí que serías feliz casada con él, pero nunca imaginé... nunca imaginé que te haría tanto daio. Levanté la mano y le acaricié el pelo, diciendo suavemente: -;Por qué te disculpas? No fue tu culpa, fui yo quien eligió mal. Carlos negó con la cabeza mientras las lágrimas rodaban por sus mejillas. Mi intuición me decía que me ocultaba algo. ---- -Dime, ;cómo moriste? -pregunté con paciencia. -Cuando supe de tu muerte, perdí toda esperanza -respondió con voz ahogada-. Mientras conducia, solté el volante... Mi corazón se contrajo dolorosamente. Nunca imaginé que sería tan tonto como para suicidarse por mi. |A pesar de que ya no teníamos ninguna conexión... -cPor qué? --murmuré-. No valgo tanto.