---- Capítulo 8 Después de la ceremonia de apareamiento, Carlos estaba como un zombi, completamente al borde del colapso, Regresó a la Manada Arroyo Piedra y se encerró en la guarida de Román La imagen de Elena y Luciano juntos, además de Felipe, quien solía ser tan dulce con él, mirándolo con tanto odio, se repetía una y otra vez en su cabeza como una pesadilla Finalmente lo entendió: no solo había perdido a una compatiera y un hijo, sino que habia perdido la parte más importante de su alma, por lo que el arrepentimiento lo carcomía día y noche, como una víbora. Comenzó a revivir obsesivamente el pasado; la sonrisa de Elena, su ternura, el hecho de que confiaba en él completamente, los balbuceos de bebé de Felipe, sus pequeias patas aferrándose a su pelaje. Cuando decidió vivir como Román, solo podía pensar en Alicia. Pero, ipor qué ahora, recordar lo feliz que solía ser le causaba tanto arrepentimiento? -;Por qué... por qué hice eso en aquel entonces...? -murmuró a las frias paredes de piedra Alicia se dio cuenta de que el hombre se habia vuelto loco, miró a Carlos, que era un despojo demacrado, y no sintió piedad, solo un frio cálculo. -Carlos -le dijo con frialdad-, no te queda nada. Elena ahora es la Luna de la Manada Luna Plateada, así que nunca la recuperarás, jamás volverá contigo. ---- -iNo! -Carlos levantó la cabeza bruscamente-. jNo he perdido! jEs ese Luciano! jLuciano me la robó! ;Y si Luciano muriera? ;Y si la Manada Luna Plateada fuera destruida? zElena no regresaría conmigo? Los ojos de Carlos estaban inyectados en sangre mientras fulminaba a Alícia con la mirada. -jEs tu culpa! Si no fuera por ti... -éiYo? -se burló Alicia-. No olvides que tú elegiste usar el nombre de Román. Te encantaba el impulso al ego que obtenías " protegiéndome", yo solo seguí la corriente. Hizo una pausa, con los ojos duros. -Además, supe que no eras Román desde hace mucho tiempo, desde la primera vez que me miraste con esos ojos. -iNi se te ocurra ir contra la Manada Luna Plateada! Carlos parecia haber sido golpeado por un rayo. Siempre había pensado que había sacrificado todo por Alícia, la mujer que amaba. Se convirtió en Román para protegerla a ella y a su hija, pero nunca imaginó que su supuesta "protección", era solo una broma. La mujer que creía que era su ángel lo había estado usando desde el principio. -Tú... tú lo supiste desde siempre? -su voz tembló. -Por supuesto -dijo Alicia, cruzándose de brazos-. Si no, .por qué habria soportado a un 'impostor"? -De verdad pensaste que, con lo cercanos que éramos Román y yo, no sabria cómo era él realmente? Pero como estabas dispuesto a abandonar a tu propio hijo y compaííera para hacerte el héroe por Susana y por mí, ;por qué habria de negarme? ---- Carlos sintió que el mundo giraba. Todo en lo que creía se hizo pedazos en ese momento, había arruinado toda su vida por una mentira. Se acurrucó en el suelo, aullando como un animal herido. Resultó que é! era el mayor tonto de todos. Se puso en pie de un salto, acechando hacia Alícia, arrinconándola contra la pared. -A partir de hoy, voy a recuperar todo lo que perdi. Y tú, más te vale seguirme el juego. Alicia se vio arrastrada a su plan enloquecido. Carlos comenzó a usar su antiguo estatus e influencia como ex heredero de Arroyo Piedra para contactar en secreto a algunos de los alfas más jóvenes de la manada que estaban descontentos con su padre, Marco, o que simplemente eran ambiciosos. También se acercó a manadas más pequeias cercanas y grupos de lobos forasteros que habían tenido problemas con la Manada Luna Plateada o querían un pedazo de su rico territorio. Les prometió tierras, riqueza y mayor estatus, tratando de construir una alianza secreta contra la Manada Luna Plateada. Incluso comenzó a practicar una magia oscura prohibida, tratando de recuperar rápidamente su fuerza de alfa, tal vez incluso volverse más fuerte que antes, aunque la magia drenaría su fuerza vital. Corrientes oscuras se agitaban en la Manada Arroyo Piedra, y a través de todos los territorios lobunos del norte.
