---- Capítulo 9 -iDónde está Catalina? ;No viene a mi boda? Siempre supo cómo contener su desagrado. Frente a su padre, siempre era ese hermanastro amable conmigo, y con mi madre, el hijastro cortés y educado. -Catalina? No me ha respondido. ;No te parece extraõo que se haya ido al extranjero sin avisar y no haya hecho ni una sola llamada? -la preocupación era evidente en el rostro de mi madre, pero luego se acordó de que era la boda de Daniel y rápidamente afadió-. Sin embargo, Irene me dijo que Catalina está muy ocupada, jincluso ha sido elegida por un profesor para un nuevo proyecto! Observé la alegria en el rostro de mi madre y esbocé una pequeãa sonrisa. No sabia cuánto tiempo podría durar esta mentira, pero un poco más, solo un poco más, ya era suficiente. -De verdad? Yo habia pensado en pedirle a Catalina que fuera mi dama de honor, pero ni siquiera me responde los mensajes -el hombre, con el cabello desordenado cubriendo sus ojos, sonaba decepcionado. Mi madre se apresuró a defenderme, temiendo que la conexión entre hermanos se desvaneciera así de fácil. -Es solo que esta nifia se ha vuelto muy independiente, ino te enojes con ella, hermano! -Lo sé. Él parecia humilde y cortés, pero en realidad estaba Ileno de mentiras. Lo había seguido durante días y nunca le habia visto enviarme un mensaje, aunque, para ser honesta, yo tampoco ---- responderia. Daniel hizo una breve charla y luego se puso a observar a los invitados desde el segundo piso. De repente, sus ojos se iluminaron. Seguí su mirada y vi a Irene, con su barriga notablemente abultada. -çEres tú la que está embarazada? ;No es Catalina? -é Qué estás diciendo? Irene lo miró de reojo, con una sonrisa sarcástica en los labios. -Y Catalina? Se fue al extranjero? ;Por qué tú, como su sombra, no la seguiste? -iCatalina? -el rostro de Irene mostró una sonrisa pensativa. Poco a poco, pareció darse cuenta de algo, y sus labios se curvaron levemente-. Daniel, nunca volverás a ver a Catalina. ;Te alegra? -Desearía que se alejara lo más posible. ;Crees que eso me afecta? No es de extrafiar que te Ileves tan bien con Catalina, jtodas son hijas de amantes! --la mano derecha de Daniel se cerró en un puõo-. Solo me preocupa que regrese de repente y arruine mi boda. -No te preocupes, no volverá -lrene sonrió dulcemente y, en un tono pausado, dijo-. Porque ella ya está muerta 138. El rostro de Daniel se volvió visiblemente pálido, pero pronto se recuperó. -çEste es el plan que tú y Catalina idearon? ; Creen que haciéndose pasar por muerta podrán redimirse? Sus manos apretadas comenzaron a ponerse blancas por la presión. Irene pensaba que la noticia de mi muerte lo haría entrar en pánico. Sin embargo, olvidó que, aunque vivíamos en le mismo ---- lugar, Daniel y yo ya no teníamos relación. Pero Irene era una chica obstinada. No quería que mi muerte fuera en vano; al menos, no quería que la boda de Daniel fuera perfecta -Creas o no, Catalina tiene cáncer de hígado, 4no lo sabías? No ves su cuerpo cada vez más demacrado, no ves su falta de apetito, ni te das cuenta de cómo se encoge del dolor. Hasta el momento en que estaba a punto de morir, tú seguías ocupado organizando diversas celebraciones con tu prometida, Irene relató con impasibilidad el sufrimiento que había atravesado, pero Daniel seguía sin creerlo, -Ella estaba tan sana, ;cómo podría... -Tiene cáncer de higado -lrene interrumpió su débil defensa-. Cáncer de hígado en fase terminal, incurable.
