Capítulo 48: Respirando profundamente para calmar la tormenta de indignación que se estaba formando en su interior, Kyla enmascaró su frustración con una sonrisa serena y ensayada y se sentó junto a Noah con elegante indiferencia. Su voz era ligera, casi etérea, cuando intervino: «Sr. Domínguez, quizá haya habido un pequeño malentendido. En realidad, Noah fue quien estuvo detrás de esta propuesta. Sadie solo ayudó a transmitirla. Lo importante, por supuesto, es que usted quede satisfecho con el trabajo». Sus palabras, envueltas en un velo de cortesía, estaban diseñadas no solo para aclarar las cosas, sino también para restar importancia al papel de Sadie y reducirlo al de una simple intermediaria. Roy, un experimentado juez del carácter gracias a sus años de contacto con personalidades muy diversas, captó rápidamente las intenciones ocultas en las cautelosas palabras de Kyla. Con una mirada perspicaz, sus rasgos se transformaron sutilmente en un ceño fruncido, reflejando su descontento. No le eran ajenos los rumores sobre el pasado de Kyla con Noah, y su reciente reaparición ya había desatado rumores entre sus círculos. A pesar del afecto que Noah aún sentía por su antigua amante, Roy estaba decidido a ignorarla. Roy carraspeó de forma significativa, con la mirada penetrante, recorriendo a Noah y Kyla, y finalmente posándose en Noah con un peso significativo. Wall, le agradecería que nos concediera un momento para discutir nuestra posible colaboración en privado cuando le sea posible. Dado que hoy tiene compañía, quizá deberíamos posponer nuestra conversación. —Sus palabras quedaron suspendidas en el aire, amplificando la tensión. La expresión de Kyla se endureció, una mezcla de arrepentimiento y vergüenza se dibujó en su rostro al darse cuenta de que su error había agriado el ambiente. Justo cuando se disponía a calmar los ánimos, Roy se levantó bruscamente y salió de la habitación. La voz de Sadie titubeó. Domínguez… —Observó, con una mezcla de ansiedad y frustración creciendo en su interior, mientras su oportunidad de cerrar el trato parecía desvanecerse con la marcha de Roy. Sin embargo, contuvo sus emociones ante Noah. Impotente, solo pudo mirar la figura de Roy que se alejaba. Cuando Roy desapareció de su vista, Sadie se volvió hacia Noah, con expresión de desconcierto. Se atrevió a decir con cautela: —Sr. Wall, este momento podría ser crucial para cerrar nuestra cooperación. Quizás usted aún podría… Noah la interrumpió en mitad de la frase con voz gélida. —Sadie, ¿quién te ha autorizado a acercarte al señor Domínguez por tu cuenta? Atónita, Sadie sintió un nudo en el corazón y un dolor sordo y creciente que se extendió por su pecho. —Noah, por favor, no seas tan duro con Sadie —comentó Kyla en un murmullo suave, aparentemente protectora, pero con un ligero tono de crítica. Mientras hablaba, se acercó más a Noah, rozándole ligeramente el brazo, sugiriendo intimidad, y añadió: «Lo ha hecho por el bien de la empresa, aunque quizá sus métodos se hayan desviado de nuestros protocolos habituales, ¿no?». Noah frunció el ceño y, aunque se apartó sutilmente del contacto de Kyla, permaneció en silencio, sin rebatir su afirmación. Sadie apartó la mirada, incapaz de soportar la incomodidad del intercambio. La intensa luz del sol la envolvía, pero no lograba derretir el frío que se filtraba en su alma. Mientras Sadie se sumergía en la propuesta, poniendo todo su corazón y alma en el trabajo, Noah estaba ocupado disfrutando con el amor de su vida. No se le escapaba lo absurdo de la situación. Respirando profundamente para calmar la tormenta que se desataba en su interior, Sadie se dirigió a él con aparente compostura. Wall, nuestra empresa siempre ha dado mucha importancia al proyecto del Grupo Maple. Cuando consigamos cerrar el trato, confío en que recordará la bonificación que nos prometió. La mirada de Noah se volvió penetrante, sus ojos eran un abismo profundo, difícil de descifrar. Así que todo se reducía a la bonificación para Sadie. ¿Era esta su jugada calculada para romper los lazos? ¡Y pensar que había planeado su salida con tanto cuidado! Incapaz de soportar la visión de la cercanía entre Noah y Kyla, Sadie decidió marcharse. Rápidamente cogió el documento de la propuesta de la mesa, lo guardó en su bolso y se dio la vuelta para salir.