---- Capitulo 8 El oficial asintió. - Tiene alguna idea de dónde está su hija? - No sé dónde se ha escondido esa pequefia bestia. Scarlett desapareció hace semanas -dijo mi padre fríamente, su rostro era impasible. -Entendemos sefior Morgan, continuaremos buscando. Le pedimos su cooperación para continuar con nuestra investigación -respondió el oficial principal, su tono era respetuoso pero firme. La verdad era que, sin importar cuánto buscaran, nunca me encontrarían. Ya que, todavía yacía en la casa de fuego, mi cuerpo se encontraba en un estado avanzado de descomposición, pronto no sería nada más que huesos. éCómo podría alguien encontrar a una persona que ya no existía? Los oficiales escudrifiaron el territorio, decididos a rastrearme. Revisaron]las grabaciones de seguridad de los negocios en toda el área, pero solo encontraron vislumbres de alguien usando mi ropa, siempre con una máscara y un sombrero ocultando su rostro; nada concluyente. ---- Como lobos rastreando un fantasma, buscaron durante semanas. Para cuando Elizabeth fue dada de alta del hospital, pálida y ojerosa por el trauma de lo vivido, aún no habían encontrado ni rastro de mí. -Es como si hubiera desaparecido en el aire -informó el oficial principal durante otra visita a nuestra mansión. - Una persona no desaparece así - mi padre estalló, golpeando su pufio contra una mesa-. Esos amigos inútiles que tiene deben estar ayudándola a esconderse. Scarlett siempre ha sido calculadora. jEstá ahí afuera, en algún lugar! El oficial no reaccionó ante el arrebato de mi padre. En su lugar, su mirada se desplazó por la habitación, finalmente se posó en una cámara de seguridad montada enla esquina del salón. - Sefior Morgan, isería posible que revisemos las grabaciones de seguridad de su hogar? - preguntó. Mi padre asintió brevemente. - Por supuesto. Las grabaciones fueron copiadas y lIlevadas a la oficina de seguridad para su análisis, donde los oficiales descubrieron rápidamente que las grabaciones solo cubrían un mes, todo lo anterior había sido borrado de forma misteriosa. ---- --Hay algo extrafio en esta familia -.murmuró un oficial a su compafiero mientras revisabanlas grabaciones. Aunque solo era un mes de grabaciones, tenían mucho que examinar. Durante ese tiempo, cambiaron su estrategia; si no podían localizarme directamente, se enfocarían en los lobos renegados que habían atacado a Elizabeth. Una persona podría esconderse, pero los renegados capturados podían ser obligados a hablar. El equipo de seguridad regresó al edificio abandonado donde había tenido lugar el ataque. Escudrifiaron cada pulgada, recogiendo cabellos, fibras y marcadores de olor. -T-Los renegados afirman que fueron contratados por una hembra joven con cabello rojizo -dijo el investigador principal, examinando una jaula oxidada donde los atacantes habían planeado retener a Elizabeth - . Pero los renegados dirán cualquier cosa para salvar sus pellejos. Me deslicé junto a él, desesperada por hacerle entender. -Están diciendo la verdad sobre haber sido contratados, pero jno fui yo! -le grité inútilmente. ---- En la sede de la manada, los interrogatorios de los renegados capturados continuó. Cadenas de plata los ataban a sillas reforzadas mientras los oficiales circulaban, buscando inconsistencias en su historia. - Descríbala de nuevo - exigió el oficial principal, inclinándose hacia el líder con cicatrices -. Cada detalle. -Como dije antes, tenía ojos verdes, -gruífió el renegado-. Cabello rojizo, de esta altura. -Indicó mi estatura exacta- . Joven, tal vez en sus veinte. Olíiaa cenizas y muerte. -êY qué te dio como pago? El renegado asintió hacia la mesa de pruebas. -Esa piedra verde. Dijo que valía más que el oro para el comprador adecuado. El jefe de los investigadores recogió mi pendiente de esmeralda, el que mi madre me había dado en mi cumpleafios número dieciséis. Lo había guardado en mi joyero, era una posesión preciada que nunca habría cedido. - éY dónde la conociste? - FEn el borde del territorio. Cerca de los antiguos terrenos de caza. Ella sabía exactamente dónde encontrarnos, fue como si nos hubiera estado vigilando. ---- El oficial circuló lentamente alrededor del renegado. -é Qué Ilevaba puesto? - Ropa oscura, costosa. Tenía esto. - Asintió hacia otro artículo en la mesa de pruebas - un trozo de tela con una etiqueta de disefiador, una que coincidía con varios artículos en mi armario. Pero ni siquiera con el testimonio de los renegados y mi pendiente como evidencia, no podían probar de forma concluyente que yo los había contratado. La descripción correspondía perfectamente conmigo, pero nadie había visto el rostro de la misteriosa hembra con claridad. Solo podía observar con frustración, mientras continuaba la investigación. Ahora que habían interrogado a los renegados, todo lo que necesitaban era encontrar a la persona que creían que había orquestado el ataque. Los oficiales trabajaron incansablemente, recogiendo información y siguiendo pistas, desesperados por localizarme, pero cada intento terminó en fracaso. Realmente quería decirles que dejaran de buscarme, que nunca me encontrarían viva, pero ninguno de ellos podía escuchar mi voz fantasmal. -TJefe -dijo uno de los oficiales más jóvenes, la frustración era evidente en su voz -, ícómo puede ---- alguien vivir en el mundo actual sin usar un teléfono, ni tarjetas bancarias, evitando todas las cámaras de seguridad? Nuestra única evidencia real es el testimonio de estos renegados y el pendiente. fAcaso Scarlett es una especie de fantasma que puede aparecer y desaparecer a voluntad? Las cejas del encargado de la investigación se fruncieron mientras estudiaba la pizarra de evidencias. Algo no sumaba, y pude ver la duda comenzando a formarse en su mente. - Buena pregunta -respondió lentamente- . Muy buena pregunta, de verdad.