---- Capitulo 9 Los oficiales eran investigadores experimentados, por lo que la situación se estaba volviendo cada vez más clara para ellos. Solo existía una verdadera posibilidad: yo ya estaba muerta. Al verlos Ilegar a esa comprensión, sentí una oleada de alivio. jFinalmente! Solo tenfan que encontrar mi cuerpo antes de que se convierta en nada más que huesos y los aterrara a todos. El jefe de los oficiales 1levó sus últimos hallazgos a mi padre. - Sefior Morgan, sospechamos que Scarlett podría haber sido víctima de un acto malicioso y está muerta, por lo que necesitamos su cooperación plena con nuestra investigación - declaró gravemente. Mi padre se burló de la sugerencia. - Imposible. Ella coordinó el ataque hacia Elizabeth. (Cómo podría estar muerta? - Pero antes del ataque a su compafiera, Scarlett desapareció completamente del mundo. No hay registros de compras, ni rastros de comunicación, nada ---- en absoluto. Sefior Morgan, feso le parece posible para una persona viva? El rostro del investigador era mortalmente serio, pero mi padre respondió con desdén. - Por supuesto que es posible. Cancelé todas sus tarjetas, así que naturalmente no habrá registros de compras, y tiene muchos amigos que podrían darle dinero para vivir. -También hemos investigado a esos amigos. Ninguno de ellos ha visto a Scarlett durante semanas, y no hay transferencias bancarias a su nombre. Ha desaparecido del todo, como si fuera un fantasma. Al escuchar eso, mi padre se rio con desdén. - Parece que su equipo de investigación es simplemente incompetente. Ni siquiera pueden encontrar a una chica. - Sefior Morgan, por favor, modere su tono -espetó un oficial más joven, adelantándose con ira en sus ojos. Su jefe lo detuvo con un brazo, estaba a punto de hablar cuando su teléfono sonó de repente. - ê Qué? Sí, envíame el video de inmediato. Estoy en la residencia de los Morgan ahora. Después de terminar la Ilamada, la mirada del jefe se volvió tan afilada como la de un depredador que avista a su presa. ---- -Sefior Morgan, hemos recibido información de que Scarlett está en esta mansión ahora mismo, ha estado aquí todo el tiempo. Mi padre se congeló durante dos segundos. -Eso es absurdo, revisen la casa si quieren, pero ella no está aquií. El oficial no respondió de inmediato. En su lugar, miró un video que acababa de recibir en su teléfono, y subió el volumen para que todos en la habitación pudieran escucharlo claramente. -iÁtala! -la voz de mi padre resonó desde la grabación. -iDéjala aquí para que piense en lo que ha hecho! Mi padre se levantó de un salto, conlos ojos abiertos por la sorpresa y el horror creciente. -Esa es su voz, éiverdad, sefior Morgan? - preguntó el jefe de los oficiales en voz baja. Mi padre se quedó en blanco. Después de varios segundos, se tambaleó hacia la puerta, dirigiéndose hacia la casa de fuego. - No, no, no puede ser. No es posible - murmuraba mientras avanzaba. ---- Se movió a una velocidad inesperada, superando incluso alos oficiales entrenados que lo seguían. Se apresuró a llegar a la casa de fuego, pero detuvo sus pasos al acercarse a la pesada puerta. Su mano temblaba mientras alcanzaba el picaporte. Entonces, abrió la puerta de golpe y mi cuerpo fue revelado una vez más. Había pasado más de un mes desde mi muerte. Mi cadáver se había descompuesto significativamente, casi dos tercios habían desaparecido. La cabeza se había deteriorado más rápido, exponiendo el cráneo debajo. Mi rostro ya no era reconocible. Finalmente, mi padre comenzó a comprender que ese cuerpo carbonizado y en descomposición, de hecho era su hija. Se acercó para tocar los restos, pero sus dedos solo encontraron carne en descomposición. Aún en negación, agarró lo que quedaba de mi ropa e intentó sacarme de la casa de fuego, pero mi cuerpo se desintegró al tocarlo. Ni siquiera tras mi muerte, podía descansar en paz. - -No, esto no puede ser real. Es falso, todo es falso. Esto no es mi hija. No puede ser - farfulló, su voz se elevó por el pánico. ---- El jefe de los investigadores llegó para presenciar la horrorosa escena; una masa informe de restos descompuestos en el suelo, con mi padre acunando carne en descomposición en sus manos. -iDeténgase! jNo se mueva! -gritó el oficial, ordenando de inmediato que su equipo contactara al médico forense de la manada. Los oficiales más jóvenes retrocedieron ante la vista y el olor, algunos se dieron la vuelta para vomitar. Ni siquiera los más endurecidos por sus experiencias en el campo de batalla, habían visto una escena tan macabra. -iCierren el área! jAhora esto es una investigación por asesinato! -ladró el oficial principal, su rostro estaba pálido pero decidido. Mi padre no parecía escucharlos. Continuó susurrando para sí mismo, meciéndose hacia adelante y hacia atrás, con trozos de mí todavía en sus manos. Las lágrimas corrían por su rostro, trazando caminos limpios a través del barro y la sangre.