---- Capítulo 6 AAl escuchar eso, Lucas tembló ligeramente y, con una sonrisa amarga, murmuró: -Sí, siempre hemos sido nosotros los que hemos hecho la vida imposible a Celia. Pero, aun así... Sus ojos reflejaban una feroz determinación -iVamos a arrastrarlos al infierno! En ese momento, Marco apareció corriendo con el paquete de cartón que habia arrojado. Frente a Isabel y Carlos, que seguían defendiendo su supuesta inocencia, Marco sonrió amargamente, levantó la USB y, con voz Ilena de tristeza, dijo: -Ahora lo recuerdo, siempre fue Celia quien me protegió. Cuando vio el nombre de la escuela en la memoria USB, los tres se quedaron paralizados. Seis meses después, estaba de pie, en la vasta y congelada extensión de la Antártida, grabando en silencio el recorrido migratorio de los pinguúinos emperador junto al fotógrafo. Cuando terminamos el trabajo diario y regresé a la base, recibí una videollamada desde la oficina: -Celia, el proyecto en la Antártida está por terminar. ; Cuándo vuelves? Me quité las gafas para el viento y la nieve y sonreí levemente. -Mahana. ---- El aniversario de la muerte de mi madre es el mes que viene. Es hora de volver y ver cómo ha ido todo. -Bien. La denuncia que hiciste sobre la excavación ilegal en el castillo causó un gran revuelo, el sospechoso ya fue arrestado y condenado a tres afios de prisión. -gEspera? Creo que ese hombre me suena, se Ilama... dLucas Herrera? Es el mismo nombre que tu ex prometido, .no? Un profesor de historia... qué curioso que haya terminado en algo así... Sacudí la cabeza, manteniendo un tono neutral: -No conozco a ese tipo. Tras intercambiar unas palabras con el jefe, colgué la Ilamada. Empaqué mis cosas, me despedí de mis compatíeros y subi al barco para regresar a casa. Después de un mes navegando, finalmente Ilegué a Lindante, Durante esos seis meses en la Antártida, logré dejar el pasado atrás. A partir de ese momento, viviria solo para mí. Alquilé un pequefo departamento cerca de la estación de televisión. Al día siguiente, regresé a la oficina y entregué el trabajo a mis compaeros. Luego, fui al cementerio. Pero al Ilegar a la tumba de mi madre, me sorprendió verla tan limpia, con flores frescas y sus dulces favoritos. Miré las fotos en la lápida: Marco, mamá y yo, en tiempos pasados. Bajé la mirada, manteniendo la compostura. Dejé las flores y me di vuelta, encontrándome con Marco de pie detrás de mí. ---- Después de medio afio, lo veía mucho más delgado. El joven Ileno de vida que conocia ya no existía, y ahora solo quedaba una sombra de él No se atrevió a mirarme, su cara reflejaba arrepentimiento y miedo. -Hermana, has vuelto. Su voz, rasposa, estaba cargada de una culpa que no podía disimular. Se frotó nerviosamente la esquina de su camiseta, intentando sonreír. -La casa de mamá está vacia ahora. Lucas... Lucas... antes de ser encarcelado, echó a esos tres de la casa. La herencia de mamá sigue estando a tu nombre, Mientras hablaba, su tono se cargaba de emoción, y al ver que mi expresión no cambiaba, las lágrimas comenzaron brotar. -Hermana... solo te tengo a ti. Sé que cometí un error. Ni te imaginas cuánto te he extrafiado en este tiempo. Se cubrió la cara y rompió a Ilorar desconsoladamente, sus lágrimas empaparon su camiseta -Por favor, no me dejes... Se arrodilló frente a mí, se abrazó a mis piernas, suplicando perdón. Suspiré, resignada, y lo empujé suavemente. -Pero en ese entonces, yo también estaba sola. ;No me odiaban tanto que deseaban mi muerte? Marco, no soy un santo, yo también sufro. Mírate, después de todo lo que hiciste, ;de verdad crees que mereces mi perdón?
