---- Capítulo 7 Temblando, Marco cayó al suelo, con los ojos enterrados en el pavimento, Ilenos de desesperación y arrepentimiento. Comenzó a arrancarse los labios secos y agrietados, hasta que la sangre empezó a salir, pese a eso no se detuvo. Ya no tenía ganas de seguir discutiendo con él. Justo cuando me daba la vuelta para irme, escuché una insistente y tenue voz desde atrás: -No te preocupes, hermana, eres lo único que me queda. Puedes no perdonarme, pero siempre estaré aqui para ti incluso si eso me lleva a la muerte. Su tono era firme, como cuando prometió proteger a Fiona. Pero ya no era el momento para decirlo, Regresé a mi departamento y empecé a empacar todo. Al día siguiente, me dirigí a la boda de mi amiga. Ella habiía sido compatiera mia desde la secundaria, la única que me apoyó cuando toda la clase, influenciada por Fiona, me aisló. Solo ella quedó a mi lado. En los pocos días que Ilevaba en casa, ya habia escuchado historias sobre el destino de Fiona, su madre y mi padre. Mi padre siempre habia querido casarse con mi madre para acceder a su dinero, buscando obtener ventajas económicas. Después de la muerte de mis abuelos, empezó a abusar de mi madre, violentándola de todas las formas posibles. Cuando Marco tenía apenas cinco afios, mi madre ya estaba tan consumida por la depresión que habia perdido toda esperanza. ---- Fue entonces cuando Isabel Ilegó con Fiona, y a partir de ese momento, mi padre nunca volvió a la casa. Durante todos esos afios, mi madre, Marco y yo solo recibíamos su indiferencia y los crueles comentarios de Isabel. Después de cinco afios aguantando por mi y por Marco, mi madre, el día de mi cumpleaãios número 17, ya no pudo más y se lanzó de un edificio. Mi padre dijo que Fiona estaba enferma y necesitaba mi médula ósea. Mi madre, sin otra opción, transfirió toda su herencia a mi nombre, advirtiêndole a mi padre que, si yo moria, nunca verían ni un solo centavo. Mi padre, furioso, nos envió a Marco y a mí a un internado. Si no hubiera escapado y conseguido pruebas para amenazarlo con la policía, no habria dejado de maltratarme. Fue solo entonces cuando mi padre dejó de ser tan cruel conmigo. Más tarde, se dio cuenta de que ya no podría tener más hijos. Marco sería su único hijo, así que puso todas sus esperanzas en él, pero lamentablemente nunca tuvo cabeza para los negocios. Durante afios, perdió más de lo que ganó, y su atención terminó fija completamente en la herencia que mi madre me habia dejado. No podían matarme, pero si me casaba con el hombre que amaba a Fiona y tenía un hijo que pudiera heredar mi fortuna, ese sería el boleto de acceso al dinero. Fiona tampoco era una víctima en todo esto. Durante afios, la enviaron al extranjero para cazar a un hombre rico. Pero, por su vida desordenada, terminó perdiendo la capacidad de concebir. Entonces, usó el cáncer de pulmón como excusa para engafiar a Lucas, hacer que se casara conmigo y tener un hijo. Lo que no esperaban era que Lucas, por accidente, descubriera toda la verdad. ---- Mi amiga me contó que, hace seis meses, cuando no me presenté a la boda, Lucas enloqueció. Descubrió lo que habia pasado, golpeó a Fiona hasta dejarla gravemente herida e inducirle un coma, con la cara desfigurada. Mientras tanto, Isabel y mi padre intentaron meterlo en prisión. Pero Lucas no solo destapó todos los fraudes y sobornos que mi padre había hecho con su empresa, sino que también reveló el plan de la excavación en el castillo para pedirle matrimonio a Fiona, Todo eso había sido idea de mi padre, que se había aliado con empresarios corruptos para minar ilegalmente. Cuando esto salió a la luz, mi padre quedó tan aterrorizado que huyó en plena noche, dejando atrás a su esposa e hija. Isabel, que se creia era la verdadera amada de mi padre, se despertó una mafana solo para descubrir que su mansión había sido completamente vaciada. En ese momento, entró en cólera, paniqueada y completamente frustrada.