---- Capitulo 6 Sin dudar dos veces, agarré las llaves de su auto y salié corriendo de la villa. Carlos y yo nos vimos obligados a seguirlo al hospital. Por la prisa, Nicolés choc con un tipo ataviado en un costoso traje en la sala del hospital. Era precisamente Samuel Samuel tambales por el choque repentino. Cuando recuperé el equilibrio, se dio cuenta de que era Nicolas y se sorprendié bastante replicando: -iVaya! Es nuestro famoso sefior Pérez! jEl magnate més exitoso de la ciudad! ¢Por qué estds en el hospital a estas horas por plena noche? ¢Y por qué tienes tanta prisa? Nicolas se disculpé con él y se dirigié rdpidamente hacia el ascensor. Pero, Samuel no queria dejarlo en paz facilmente. Lo siguié con pasos largos hasta la unidad hospitalaria de la seccién de hematologia. Al no encontrar a Felicia en el pabellén, Nicolés cortié hacia la oficina de su doctor, quien le conté que Felicia solo tenia mareos por anemia y ahora estaba en la sala de observacién. Cuando se enteré de que ella no habia caido en coma, Nicolas finalmente se alivié por completo. Jadeando, regresé al pabellén de Felicia y se sent6, mirando al suelo como si hubiera perdido el alma. Se veia facilmente lo importante que era Felicia para él Samuel se apoyé contra la puerta del pabellén y se rio de él: -Si no lo recuerdo mal, la enfermedad de tu amada se curd hace afios, gno es asi? ¢Por qué volvié a ingresar? Nicolas no tenia ganas de charlar con él, asi que solo le respondié brevemente: -Su enfermedad recayé ---- En los Ultimos afios, Nicolés habia mantenido una estrecha relacién comercial con Honor S.A.. Hace tres ajios, el papa de Samuel lo envio al extranjero, dejando los asuntos del grupo en manos de otras personas. Sin las molestias causadas por Samuel, Nicolés pudo enfocarse completamente en su trabajo. -Entonces, esta vez, usards la vida de quién para salvarla? -de repente Samuel le pregunt6 a Nicolas. Nicolas le eché un vistazo confundido, como si hubiera visto a un estipido. =No entiendo lo que dijiste. Samuel lo observaba atentamente, revelando una sonrisa un tanto extrafla: -Eres bueno actuando. No puedo leer lo que ocultas. Nicolas, impaciente, lo advirtié con voz baja: -Sefior Lépez, si quieres decirme algo, por favor, ve al grano. 2 Samuel le respondié despreocupadamente: Solo queria decir que, Candela ya murié, gcémo salvards a tu amor esta vez? «
