---- Capítulo 5 La noche siguiente, unos pasos apresurados resonaron frente a la sala de reposo. Cerré los ojos, inspiré hondo y aferré con fuerza la manta que me cubria: al final habian venido tras de mí. La cortina del cubículo se alzó de golpe. El Alfa Nate irrumpió primero; al verme tendida en la cama, se quedó lívido, incapaz de disimular el pánico que le inundaba la mirada -iDiana! -la voz le temblaba mientras se acercaba a grandes zancadas-. ;Cómo pudiste ser tan impulsiva? Lo entendiste todo mal, yo tenía razones que no podía revelar... Alcé la vista y lo observé con frialdad; en mis labios se dibujó una mueca burlona. -gExplicaciones? ; Qué quieres explicar? ;Cómo pensabas entregar a mi hijo a otra mujer? £O cómo podias acariciar mi mano con ternura mientras de noche la consolabas a ella? Nate se quedó petrificado; abrió la boca, pero no logró articular palabra. Enseguida irrumpió Rose, furiosa; su rostro mostraba tanto desconcierto como un fastidio imposible de ocultar. -iLuna Diana! ,Cómo te atreves? ;Sabes el infierno que me espera ahora que te deshiciste del niio? jCómo pudiste...! Ni siquiera la miré; me limité a curvar los labios con lentitud, la voz helada y mordaz. -Lo que haga no es asunto tuyo. ---- -Mejor preocúpate de si en dos meses serás capaz de parir de verdad; no vaya a ser que celebres en vano. Rose palideció de golpe, como si la hubieran abofeteado. Retrocedió un paso, se abrazó instintivamente el vientre y se encorvó. -Tú... no entiendo de qué hablas. jMi hijo...! Harta, aparté la vista de ella y repasé con calma a los presentes, hasta detenerme en esos "parientes" que rezumaban descontento. Tal como lo imaginé, también vinieron. Mi madre avanzó hasta la cama, la voz encendida de furia: -iDiana! ;Te volviste loca? jEs un asunto enorme y ni siquiera avisas! El rostro de mi padre era una tempestad; habló conteniendo la rabia: -Un hijo no es un error. Aunque no lo desees, no debiste ser tan cruel y quitarle la vida. Los miré y solté una sonrisa gélida, pronunciando cada palabra con lentitud: -Sabían cuándo preguntar si estaba de acuerdo. No lo hicieron cuando entregaron a mi compaero destinado a otra. Tampoco cuando pretendían que pariera al nifio para dárselo a Rose. -Y ahora vienen a cuestionar si sé lo que hago -reí suavemente; en mis ojos solo quedaba un vacio helado-. Lo siento, solo sigo la lección que ustedes mismos me dieron: elegir mi propio camino. -iTú..] -Mi madre se quedó sin habla, lívida de indignación. Entonces el Alfa Nate sacó un pergamino y habló con voz grave: ---- -De verdad quieres Ilegar tan lejos, Diana? Bastó una mirada para reconocer la solicitud de disolución de Vínculo que había enviado al tribunal. Elevé una ceja y respondí con la calma de un viento sobre la nieve: -;Acaso no fui lo bastante clara? Él me taladró con la mirada; un torbellino de emociones le temblaba tras los ojos, como si luchara por contenerse. Pasó un largo momento antes de musitar: -Tevas a arrepentir. Rei por lo bajo; la voz me salió ronca y cortante como hielo: -Arrepentirme? Lo único que lamento es no haber visto antes su verdadero rostro. Mi madre por fin estalló: -iDiana! Me has decepcionado. ;Vas a romper con toda la família por esto? El rostro de mi padre se tensó aún más y soltó, gélido: -Si estás tan decidida, desde hoy dejas de ser parte de la família Charles. Dicho esto, tiró de mi madre y se marcharon sin volver la vista. La habitación quedó en silencio; al fin... la máscara se había desprendido del todo. Recostada sobre la alfombra de piel, apreté los dedos con lentitud. Al contemplar la pared blanca, me invadió una inesperada ---- sensación de alivio. iPor qué, siendo ambas hijas de los Charles, siempre favorecieron a la otra? iPor qué, por más que me esforzara o obedeciera, no valia ante sus ojos lo que una sola lágrima de Rose? Pero ya no importa. Desde hoy no volveré a ser la Diana que debe obedecer y sacrificarlo todo. Soy... yo misma,