---- Capítulo 6 En estas semanas me recuperé con rapidez; cuerpo y mente casi habían vuelto a la normalidad. También recibí la escritura oficial de disolución del vínculo de pareja. El Alfa Nate y yo quedamos legalmente desvinculados. No sentí nada en particular; era como despertar por fin de una pesadilla demasiado larga: la mente despejada, el corazón en calma. Era libre, completamente libre. Después puse rumbo directo a la delegación más grande de la Alianza de Recursos del Norte. Esta vez no era la "compaíiera" de nadie, ni la Luna de la familia Charles que parecía importante pero era prescindible; era yo misma. Con mis propias capacidades -con mis garras de acero- me abriria camino en el mundo de los lobos. Al entrar en aquel rascacielos, me Ilamó la atención una loba de porte elegante y aura serena que se hallaba a cierta distancia. Vestia una túnica verde esmeralda de corte impecable; cuando posó los ojos en mí se quedó un segundo inmóvil, y su mirada se volvió compleja y, a la vez, cálida. Vaciló unos segundos, pero finalmente se acercó; su tono fue suave, con un matiz de emoción contenida: -Sefiora, gpodria conversar un momento conmigo? Al inicio dudé, sin entender qué asunto tenía conmigo; sin embargo, una inexplicable sensación de familiaridad me envolvió. ---- Al fin asentí: -Está bien. Poco más de un mes después Ilegó la noticia: Rose había parido un cachorro. El clan al que se casó se engalanó con faroles y guirnaldas, ofreció un banquete: decían que la família celebraba la Ilegada de un cachorro fuerte y no les cabia la risa en el rostro. El ambiente era eufórico. Al oír los rumores solo curvé los labios; la risa me salió helada hasta los huesos,. Vaya que se movió rápido: apenas perdió al pequetio que Ilevaba yo en el vientre y, en un abrir y cerrar de ojos, quién sabe de dónde consiguió un cachorro para fingir y engafiar a todos. Pensaba dejarla presumir unos días antes de destapar la verdad. Pero, casualmente, la dama que me abordó también recibió una invitación al banquete. Observó la tarjeta, se volvió hacia mí y pregunt acompatiarme a echar un vistazo? iTe gustaria Entrecerré los ojos y sonreí leve: -Claro; ya que nos han invitado, veamos cómo le va en su día de gloria. El salón, aquel día, relucía con un lujo excesivo y rebosaba de invitados. Rose sostenía al cachorro con aire dócil y compuesto, luciendo una sonrisa radiante como si fuese la Luna más privilegiada de toda la manada. Mis padres estaban junto a ella, orgullosos, aprobando en voz baja cada una de sus palabras, temerosos de que le faltase el aliento, El Alfa Nate también estaba allí, con semblante amable, ---- interpretando al compatiero diligente. Contemplé la escena y solté una risita fria; mis ojos destilaban sarcasmo. En cuanto me vieron, sus rostros cambiaron al instante. - Qué haces aqui? AAvancé al salón con paso pausado, dejando que la mirada descansara en ellos: -;Por qué? ;Acaso no puedo felicitar a mi * hermanita"? La sonrisa de Rose se congeló; balbuceó: -Hermana, no esperaba que vinieras. Solté otra risita irónica: -Rose, .cómo saliste tan ilusa? Ni una chispa de cabeza. Se le ensombreció la cara y quiso replicar, pero no le di oportunidad: -Todavía presumes? ;No temes acabar despedazada a mordidas? Algunos ancianos perspicaces, al notar la tensión, intentaron Suavizar: -Vamos, son hermanas, no agraven el conflicto. Pero mis palabras ya habían encendido la furia de Rose; soltó una carcajada aguda que amenazaba con perforar los timpanos: -jLuna Diana, lo que tienes es envidia! -iDesde pequeõas me prefirieron a mi! ;Papá y mamá siempre me protegieron, tu compatiero destinado terminó eligiêndome y hasta tu Alfa Nate es mío...! -iPerdiste a tu cachorro y nadie te quiere, por eso te amarga verme feliz! En cuanto acabó, los lobos alrededor empezaron a murmurar, con ojos Ilenos de curiosidad y burla. ---- Respondí con una risita suave; sin apartarme, di media vuelta y me dirigí a los padres de su compaero. -Ya que eres tan buena actriz, déjame ayudarte a descorrer el telón.
