---- Capitulo 8 Al llegar al set de grabacién, finalmente entendi a qué se referia Carolina con "sorpresa'. Resulta que la imagen de la marca era nada menos que Susana. Cuando llegué, Susana estaba sentada en una mecedora, con Javier a su lado, absorto en su teléfono. De repente, mi celular vibré. Era un mensaje de Javier: - Hoy es mi cumpleajios, Daniela. Vuelve a casa, por favor. Pedi un pastel. Necesitamos hablar. Levanté la mirada del mensaje. Susana refa con Javier, pegados el uno al otro, ignorando las miradas de desaprobacién a su alrededor. Negué con la cabeza, sonriendo con amargura, y borré el mensaje antes de apagar el teléfono. El fotdgrafo nos llamé para cambiarnos. Al salir con la nueva ropa, alguien silbé admirado. Ambos alzaron la vista. La mirada de Javier recorrié mi cuerpo y se qued6 fija en mi. Llevaba una mascara de tigre que cubria la mitad de mi rostro, asi que no temia que me reconociera En el espejo, vi reflejada mi figura esbelta y tonificada: hombros anchos, cintura estrecha y piernas largas. Incluso entre las modelos, destacaba. Javier seguia mirandome fijamente. Lo miré de reojo y noté que fruncia el cefio, pensativo. De repente, Susana se interpuso entre nosotros: ---- - Javier, me duele la mufieca. Me das un masaje? Pero Javier la aparté y se acercé a mi. - EQuién eres? Susana corrié hacia nosotros, me lanz6 una mirada fulminante y luego se dirigié a Javier: - Javier, déjala en paz. No queria responderle, pero é! me agarré la mufieca: - Daniela, geres ti? Dormimos juntos durante doce afios, gcémo no iba a reconocerte? Senti un escalofrio. Ahora hasta su tacto me daba asco. De repente, grité: - jAy! jSuéltame, pervertido! Todos se volvieron a mirar. Entre sollozos, me sacudi la mano: - jNo quiero que me mantengas! ;Soy una mujer decente! jTu y Susana son tal para cual! Mis palabras fueron directas y crudas, un insulto descarado hacia ellos. Javier me solt6 como si le quemara. Susana se puso palida. - (Qué... qué estas diciendo? -balbuceo Susana. Me escondi detrds de Carolina, fingiendo estar asustada: - {Querian que hiciera un trio con ustedes! {Qué asco! El set estallé en murmullos. Las otras modelos retrocedieron, ---- temerosas de verse involucradas con semejante escandalo. Javier, furioso y avergonzado, intenté agarrarme, pero ya me habia escapado con Carolina. Ese mismo dia, los foros anénimos se llenaron de relatos sobre el incidente, describiendo la escena con todo lujo de detalles sordidos y lamentando la decadencia moral de la sociedad. Esa noche, Javier volvié a llamarme. Harta de sus viejas y nuevas ofensas, perdi la paciencia: - Javier, si no firmas los papeles del divorcio, atente a las consecuencias. Javier guardé un silencio inusual. Después de un rato, hablé con cautela: - Hoy via alguien que se parecia mucho a ti. Era tan hermosa como tu hace afios. Fue como ver tu sombra. Daniela, ;recuerdas...? - jNo recuerdo nada! Ojalé estos doce afios de matrimonio hubieran sido solo una pesadilla. ;Desearia poder meterlos en una trituradora y hacerlos desaparecer para siempre! Aunque me desahogué, perdi la oportunidad de trabajo Rendirme no era una opcidn. Solo con esfuerzo podria recuperar lo que me pertenecia. Redoblé mis entrenamientos. Aumenté mi cuota diaria de peliculas de cinco a diez. Me olvidé de comer y dormir; no queria desperdiciar ni un segundo. iQueria que todos los que me habfan lastimado pagaran! Lucia consiguié mi nuevo numero y empezé a enviarme mensajes.