---- Capítulos5 Después de que Rodrigo escuchó lo que dijo la enfermera, se quedó sin saber que hacer por un buen rato. Quizás recordó la última Ilamada desesperada que le hice desde la mesa de operaciones, o tal vez recordó el momento en el que Miguel pasó a su lado Ilevando mi cadáver. Rodrigo salió corriendo como un maniaco, pero fue directo a Estrella. Y yo solo pude reírme. Pensé que, al menos, Rodrigo se sentiría culpable al enterarse de mi muerte, pero para él, aunque yo muriera, no significaba nada comparado con Estrella. Cuando llegó al apartamento, la puerta estaba entreabierta. Rodrigo se detuvo por unos instantes, había escuchado unos ruidos provenientes de dentro. -iHasta cuándo van a seguir con esto? ;Acaso no le di ya el dinero? Si siguen así, voy a Ilamar a la policía. La voz de Estrella resonó, y Rodrigo intentó abrir la puerta por instinto. Apenas tocó la perilla, uno de los ---- tipos dentro se burló. - Cree que con solo veinte mil nos va a hacer callar? No te has dado cuenta de que a quien tenemos que engahiar es a un juez del gobierno? Casi que nos acaba, y mejor, si no nos das otros cincuenta mil dolarcitos, vamos a contarle todo a Rodrigo. Así sabrá que anda con severa hipócrita. Rodrigo miró a través de la rendija de la puerta, yo también eché un vistazo, y al ver las caras de esos tipos, sentí mucho miedo. Eran los matones que Estrella había acusado de casi violarla, los mismos que ella decía que yo había mandado. Sin embargo, Estrella no se dio cuenta de que Rodrigo ya estaba de pie afuera. Impaciente, sacó una tarjeta de crédito y se la arrojó a los pies de los matones. -FEsto es todo lo que tengo en el banco. Si quieren lana, pues ahí está, ahora lárguense de la ciudad. No quiero volver a verlos por aquí ni en pintura. El líder de la banda, un tipo Ileno de cicatrices en la cara, sonrió, viéndola de forma obscena. ---- - Tu macho, el que tanto dice que te ama, tiene tanto dinero, pero tú estás tan arruinada que no puedes juntar ni cincuenta mil de los verdes. Qué patética. Estrella, molesta, lo miró. - Si no estuviese al lado de él, seguiría siendo una extrafia a sus ojos. No tengo derecho a nada de lo que él tiene. No entienden, yo estoy planeándolo todo. Era cierto. Aunque Estrella siempre buscaba a Rodrigo, incluso si su vida era difícil, nunca le pedía dinero. Ella era bastante lista, porque si alguna vez me demandara por la propiedad compartida de Rodrigo, tendría que devolverlo todo. Además, ella quería darle una buena impresión a Rodrigo. El matón se rio mientras agitaba la tarjeta de crédito. -Pues, si alguna vez tienes problemas, solo tienes que llamarnos. Somos viejos conocidos, y la próxima vez te haremos un descuento. ;Te ha funcionado bien el rumor que empezamos sobre ti en tu empresa? Estrella ya no tenía paciencia. - -Ya lárguense, Rodrigo vendrá a traerme algo. Pero recuerden esto, mantengan la boca cerrada, o se van a ---- arrepentir. Ya conocen a Rodrigo. Cuando los matones abrieron la puerta, se encontraron con Rodrigo parado frente a ellos, mirándolos con rabia. Salieron corriendo despavoridos. Estrella se Ilenó de miedo, no estaba segura de cuánto había escuchado Rodrigo, así que rápidamente corrió hacia sus brazos, fingiendo miedo. - PRodrigo, Isabel no me deja en paz, jmandó a esos cabrones a hacerme algo! jAy, Rodrigo, qué miedo! Rodrigo sonrió amargamente, y su voz indiferente se escuchó sobre encima de la cabeza de Estrella. -Tlsabel ya se murió, ;icómo pudo haber hablado con estos tipos? Estrella, después de tanto tiempo actuando, jacaso te crees tu propia mentira? Estrella se puso tensa de repente. Probablemente se dio cuenta de que ya no podía defenderse, así que, riendo con desprecio, se alejó de Rodrigo y dio un paso atrás. - iAcaso no he hecho de todo por ti? ;Por qué te casaste tan rápido con esa mujer tan simplona ---- después de que me fui? ; Qué tenía yo de malo? Solo acepté el dinero de tu papá. Rodrigo, mientras le rompías el corazón a Isabel, seguías buscándome. éNo te parece que tú también te creíste tu propia mentira? Recordando los afios de matrimonio con Rodrigo, nunca le había hablado de esta forma, pero las palabras de Estrella eran las mismas que yo debía haberle dicho. Rodrigo le zampó una merecida cachetada a Estrella. - Nunca le pego a las mujeres, pero si Ilegaste a este punto, fue por mi ceguera. Te doy dos opciones: o te vas de esta ciudad ahora mismo, o te sacas el riión de Isabel y te mueres tú también. Estrella se asustó. Sabía bien que Rodrigo era un hombre de palabra, y yo lo sabía aún mejor. Aunque Rodrigo siempre decía que no golpeaba a las mujeres, él siempre mandaba a otros a hacerme el mal. Estrella inmediatamente comenzó a empacar sus cosas y huyó de la ciudad esa misma noche. Pero, en el camino, fue atropellada por un auto que venía a toda velocidad, y murió en el acto. ---- Cuando me enteré de la noticia, no sentí felicidad alguna. Ni Estrella ni yo fuimos amadas. Estrella luchó conmigo durante todos esos afios, y ella utilizó todo tipo de trucos en mi contra, pero, al final, solo quería demostrarle a Rodrigo cuánto lo amaba. Lamentablemente, se equivocó, porque el narcisista de Rodrigo solo se amaba a sí mismo.
