---- Capitulo 13 Mateo le atrapé la mufieca con facilidad, dejando en evidencia su fuerza superior. -Fue -grufié Mateo, la voz de su lobo era distorsionada y amenazante-. Tiempo pasado. Justo cuando Mateo se preparaba para asestar otro golpe devastador, abri la puerta del probador y me interpuse entre ellos. Mi corazon estaba acelerado, pero mi voz se mantuvo firme. - Diego, vete inmediatamente. Ambos hombres se quedaron inméviles, con su atencién dirigigndose hacia mi. Diego me miré fijamente, sus ojos llenos de una incredulidad desesperada. -Valeria, gen serio lo estas protegiendo? :Después de todo lo que hemos vivido? La sangre fluia continuamente de la herida en su frente, deslizandose por su mejilla y mezcldndose con lagrimas que parecia no darse cuenta de que derramaba. Ese rostro que una vez fue apuesto, ahora estaba hinchado y desfigurado, su camisa blanca se encontraba manchada de sangre y polvo. Su cabello, usualmente perfecto, colgaba lacio y despeinado. No quedaba rastro alguno de sus antiguos modales de caballero. -Mira en lo que te has convertido -dije en voz baja-. Este no eres tt, Diego. -Esto es lo que soy sin ti -susurr6, con la voz quebrada~. {No lo entiendes? No soy nada sin ti. ---- Sus palabras podrian haberme conmovido alguna vez, ahora solo me producfan cansancio. Frunei el cefio y aparté la mirada, sin querer seguir viendo su autodestruccién. Diego vio mi rechazo y de repente, forzé una sonrisa mas dolorosa que el Ilanto. Sus hombros temblaron mientras se tambaleaba hacia atras. -Ya veo -dijo con voz ronca-. Realmente te he perdido. Se dirigié hacia la puerta, moviéndose como un hombre que camina hacia su ejecucién Entonces, un par de manos célidas cubrieron mis ojos de repente, bloqueando mi vista de la partida de Diego. La voz profunda de Mateo son6 junto a mi oido, posesiva y tierna. - Reina, no lo mires més. Me quedé momentaneamente aturdida por el apelativo carifioso, luego suspiré sin remedio. -Mateo, no necesitas... -Si, necesito -me interrumpié con firmeza-. Ahora eres mia. Cada mirada, cada pensamiento, cada respiracién, son mios. Ese alfa que era decisivo y poderoso en el mundo de los hombres lobo, aparentemente tenia una posesividad muy infantil. Parecia que la seguridad que le daba atin estaba lejos de ser suficiente. -{Estds celoso de un hombre destrozado? -pregunté suavemente Las manos de Mateo se tensaron ligeramente alrededor de mi rostro. -Estoy celoso de cada segundo que él tuvo contigo y yo no. El escdndalo de Diego e Ivy continuo fermentandose en linea ---- durante los dias siguientes, desarrollandose mucho més all de mi imaginacién, por lo que me encontré revisando obsesivamente las actualizaciones de noticias, incapaz de apartar la vista del desastre. Mientras los internautas profundizaban, mas informacién intema cada vez mds impactante se exponia con cada hora que pasaba. La primera bomba: resulté que Ivy habia colocado una droga en la bebida de Diego esa noche. Las imagenes de seguridad del bar la mostraban echando algo en su vaso mientras él estaba distraido con una llamada telefénica. Diego habia estado en la oscuridad todo el tiempo, pensando que solo habia sido una pérdida de control por la borrachera. Pero las revelaciones no se detuvieron ahi. Aun mas impactante fue que Ivy simultaneamente tenia siete diferentes amores de la infancia, en multiples manadas. Diego solo era el que tenia las mejores condiciones y el estatus mas alto entre ellos. Aparecieron capturas de pantalla de sus mensajes a cada hombre, en las que decia idénticas palabras de amor y devocién Debido a que, ni siquiera ella estaba segura de quién era el padre de su hijo, habia calculado cuidadosamente qué hombre podria proporcionarle mas recursos y proteccién. Habia decidido con determinacién, hacer de Diego el chivo expiatorio. La reputacién de la Manada Garra de Sangre se arruind de la noche a la mafiana. Su posicién en la jerarquia de manadas se desplomé mientras otras manadas se distanciaban. Enfrentado las burlas y vergiienza abrumadoras, Diego finalmente se derrumbé completamente. Consiguié un nuevo numero para llamarme, pero reconoci su voz inmediatamente y colgué sin decir palabra.