---- Capitulo 6 Al dia siguiente, inesperadamente me topé con Diego e Ivy en una casa de subastas. Habia escuchado que la subasta de esa noche presentaba un raro cristal curativo de amatista y queria comprarlo para convertirlo en mi anillo de apareamiento. Diego estaba pujando con entusiasmo por un costoso juego de joyas para Ivy en la subasta, también se preparaba para pujar por el cristal de amatista curativo para su hijo por nacer. -Diez millones de délares -grité con confianza, ya esperaba que el personal le entregara el cristal. Al escuchar una oferta tan generosa, todos en la subasta elogiaron lo bien que ese alfa trataba a su compajiera Qué ridiculo. En nuestros ocho afios juntos, nunca me habia dado un regalo que siquiera valiera mil délares. -Veinte millones de délares -declaré con calma Diego finalmente me noté y su rostro se ensombrecié al instante. -iValeria! Te dije que fueras a casa a reflexionar, gpero vienes a una subasta a comprar cristales? ¢Crees que con esa actitud atin me vincularfa contigo? Me agarré la mano bruscamente, habldndole con dureza al personal -Cancelen su oferta, no va a comprar este cristal. Gracias. Lo ignoré y le dije al personal: -Por favor, hagan que el cristal se convierta en dos anillos. ---- Diego me agarroé la mufieca con fuerza, rugiendo. -{No fui lo suficientemente claro? jNo vas a comprar ese cristal! Otros miembros de la manada a nuestro alrededor que no conocian nuestra situacién comenzaron a susurrar. -Esa omega embarazada es la verdadera compafiera de ese alfa, ¢ verdad? Pero esa entrometida es bastante descarada, atreviéndose a comprar anillos de boda abiertamente. -Sin vergiienza. Es la otra mujer y atin quiere un estatus. No me extrafia que el hombre le esté gritando. Al ver eso, Ivy fingié mediar: -Valeria, deja de hacer una escena. Con tanta gente mirando, yo también me siento avergonzada. {Qué tal si te doy el otro juego de joyas que Diego me acaba de comprar? ;Puedes ver si te gusta? El personal también aconsejé -Sefiorita, tal vez no deberia comprar hoy... con el disturbio que est causando , nuestra tienda no puede hacer negocios. El agarre de Diego se intensificd, claramente a punto de arrastrarme por la fuerza. -Diego, qué te importa si compro cristales? -inquiri, liberandome -. jPor favor, no te metas en mis asuntos! {Que no me importa? Bien, anuncio oficialmente la cancelacién de nuestra ceremonia de apareamiento. jNo necesitas comprar cristales para anillos! Después de decir eso, su lobo de repente me empujé con fuerza. ---- Cuando tropecé y estaba a punto de caer, un par de manos me sostuvieron firmemente. La voz de Mateo soné junto a mi ofdo: Mi reina, lamento llegar tarde.
