---- Capítulo 6 Vaya, parece que mi vida no ha sido muy afortunada, pero esto del secuestro... es la primera vez que me pasa. Al fin y al cabo, no soy nirica ni hija de nadie importante, jasí que no tengo ningún valor como rehén! Me despertaron echándome agua encima. El lugar estaba bastante oscuro, probablemente un sótano o algo así. Temblando por el agua helada, me esforcé por abrir bien los Oojos para ver a la persona frente a mií. No lo conocia. Pero detrás de él estaba mi padre biológico, con su habitual cara repugnante. AAl verme despertar, una expresión maliciosa cruzó el rostro de mi padre. Parecía que queria venir a darme una lección, pero la presencia imponente del hombre que estaba delante lo detenia. - iLina? - preguntó el desconocido. Me encogí sin atreverme a decir nada. Este hombre emanaba la fria indiferencia y el poder aplastante de alguien en una posición superior. No era alguien con quien yo pudiera meterme. - Tampoco es para tanto su aspecto. No sé qué le habrá visto Tiago - comentó con desdén. Mi padre, detrás, sonrió servilmente y dijo en voz baja: - Esta chica fue entrenada personalmente por don Erik. ---- Don Erik, mi primer protector. - £Ah sí? Con razón tiene algunas habilidades - el tipo me examinó entornando los ojos. Alguien se acercó solícito a encenderle un puro. Dio una calada y exhaló el humo directamente en mi cara -. ; Qué te parece? ;No quieres considerarlo? Ven conmigo y te aseguro que no te irá peor que con Tiago. Muerta de miedo, forcé una sonrisa conciliadora: - ;Cómo dice eso? Usted y el sefior Rivera son personas demasiado importantes para mí. Yo no tengo derecho a elegir entre uno u otro. - Si sabes que no puedes meterte conmigo, ;por qué rechazaste mi petición? - Me apretó el puro encendido contra la cara. El dolor me hizo soltar lágrimas al instante. Antes de que se fuera ese dolor punzante, recibí una fuerte bofetada enla otra mejilla que me dejó la cabeza zumbando. * - je Todavía te atreves a enviar gente para intimidarme?! jQué cojones! - Yo... yo no... - intenté negar. - gAún te atreves a negarlo? - Mi padre dio un paso al frente, arrogante -. Yo soy hombre de don Sergio. iMeterte conmigo es meterte con don Sergio! jHay que tener cuidado con quién te metes! - Qué lástima, ya eras del montón y ahora quedaste desfigurada. z Crees que Tiago aún te querrá así? - La áspera mano de Sergio me acarició el cuello antes de apretarlo con fuerza La asfixia no tardó en Ilegar. El instinto de supervivencia me hizo luchar desesperadamente, pero con las manos y pies atados a la ---- silla no podía hacer nada. Quizás iba a morir aq: No quería. Por muy dolorosa que fuera la vida, en ese momento me di cuenta de que aún queria vivir... - Ya basta - dijo de repente. La mano en mi cuello me soltó y caí al suelo, respirando con dificultad. - i Quieres vivir o no? - me preguntó Sergio con una sonrisa. Asentí frenéticamente. - Entonces depende de ti - Sergio hizo un gesto y varios hombres se acercaron -. Si los complaces a todos, quizás te deje vivir. Me quedé hecha un ovillo en el suelo, viendo impotente cómo montaban una cámara frente a mí. Oi a Sergio decir: - Esfuérzate. El primer espectador de esta gran película será Tiago. Ya sabes qué tienes que hacer, .no? Bajé la mirada: - Nolo sé... - Mira a mis hombres, jóvenes y fuertes. ; Crees que ese viejo de ya casi cuarenta afos puede compararse con ellos? - Tú solo di la verdad frente a la cámara, Ningún hombre puede aceptar que se burlen de sus habilidades, Yo era la persona más cercana a Tiago, habíamos compartido ---- momentos íntimos incontables veces. Si fingia disfrutar frente a la cámara mientras decía que Tiago no se comparaba con estos matones, podía imaginar lo humillado que se sentiría. Pero queria vivir, aunque fueran solo unos dias más. Bajé la mirada y sonreí con aire sumiso, como si me hubieran dado una lección: - Sergio, ya sé qué hacer. Pero primero quisiera complacerlo a usted Las heridas en mi cara aún ardían, pero no me atreví a tocarlas. Solo lo miré fijamente, Sergio sonrió con desprecio: - Una puta siempre será una puta. No creas que por complacerme vas a subir de categoria. Yo no soy como Tiago, alguien de tu clase no me interesa. .A pesar de sus palabras, hizo que me desataran. Pisoteé mi dignidad y me arrastré hacia él. En realidad, nunca me ha importado mucho la dignidad. Si me importara, no habria sobrevivido hasta ahora. De nifia era capaz de suplicar sin vergienza por un bocado de comida, decir cosas agradables y sonreír incluso después de recibir golpes. Ahora también podía hacer cualquier cosa degradante para sobrevivir. Al fin y al cabo, este es mi trabajo. Para mí solo es cambiar de cliente. ---- Miré a Sergio y sonreí levemente. Luego le di una fuerte patada entre las piernas. - jAhhh! - Un grito de dolor resonó por todo el lugar. Una Iluvia de puíios y objetos cayó sobre mií. La sangre que corría por mi frente me nublaba la vista. Sonreí patéticamente mientras veía cómo todos se apresuraban a ayudar a Sergio, nerviosos por querer auxiliarlo pero sin atreverse a tocarlo. Lo í gritar que me despellejaran viva, que me hicieran desear la muerte. Realmente quería vivir. Pero después de haber sido tratada como persona junto a Tiago, ya no podía volver a ser un perro. Tal vez é| solo me había dado algunas migajas de calidez sin importancia, saludos superficiales, atenciones fingidas. Pero con eso me bastaba. Dolia. Todo mi cuerpo me dolía. Mi corazón se sentía extrafiamente aliviado, pero el dolor físico era imposible de ignorar. Me desplomé en el suelo hecha papilla Tiago, aunque mi miserable vida probablemente no signifique nada para ti, al menos estoy muriendo por ti Así que, si es posible... Espero que tardes un poco en olvidarme.