---- Capitulo1 -iDoctora Lima, por favor, entre ya! El sefior esté cada vez peor -la voz ansiosa del mayordomo retumbé en mis ofdos, pero mi cuerpo no dejaba de temblar. Todavia sentia el ardor del fuego en cada parte de mi cuerpo. Los gritos desesperados de mis dos hijos, atrapados en el sétano, seguian clavados en mi cabeza. -¢Doctora Lima? -ese nombre me descolocé. Desde que me casé con Nelson, nadie me habia llamado asi. -Hoy es el cumpleafios del sefior... no entiendo qué pudo haber pasado. Me quedé paralizada. De pronto lo entendi: habia vuelto a vivir. -Manuel, ve por la sefiorita Santos. Al sefior le dieron un afrodisiaco. Respiré hondo, me giré hacia él y le dije con voz firme: Busca a Clara. Le dieron un afrodisiaco. El mayordomo se quedé de piedra -Pero. ---- -iVe ya! -le ordené-. Si no, esto puede terminar muy mal. Lo vi salir cortiendo, y yo me llevé una mano al pecho. El corazon me latia con una fuerza que dolia. En mi vida anterior, justo en este momento, abri esa misma puerta... Y Nelson, como una bestia descontrolada, me arrojé al suelo. El mayordomo estaba ahi, afuera... sin hacer nada, fingiendo no ofr mis gritos. Después quedé embarazada. Y claro, fue "natural" que me casara con Nelson. Yo pensaba que era el comienzo de algo bueno. No sabia que, en realidad, era solo el inicio de una pesadilla: Nelson me odiaba. Decia que lo habia atrapado. Que por mi culpa habia perdido al amor de su vida. Me ignoraba, me humillaba, y ni siquiera dejaba que los nifios lo llamaran papa. En nuestro décimo aniversario, nos quemé vivos a los nifios y a mi. En medio de las llamas, mis dos pequefios gritaban mamé, y sus voces me partian el alma. Reprimi el odio que me ardia en el pecho, acomodé el cuello de mi blusa y me dirigi al despacho. Si no me fallaba la memoria, el padre de Nelson también habia sido ---- drogado. Los Navarro siempre tuvieron problemas para tener hijos. Nelson fue un bebé de probeta Por eso, era tan valioso para la familia. éY sien esta vida... dejaba de ser hijo Unico? Abri la puerta del despacho. César estaba desplomado en el sofé, con la cara enrojecida y la corbata apenas colgando del cuello. Cuando me vio, fue como si encontrara una tabla de salvacién. Se me lanzé encima de golpe... ke Ala majiana siguiente, sali del despacho con la ropa arrugada y el pelo hecho un desastre. Justo me crucé con Clara, que venia saliendo del cuarto de Nelson. Tenia esa cara de satisfaccién boba, con la sonrisa pegada y los ojos brillando, Al verme, se quedé tiesa un segundo, y luego me lanzé una sonrisa llena de desprecio. -{Doctora Lima? gTan temprano te vas? -solté con burla. {0 es que te pesa la conciencia? Seducir a un viejo por plata no es precisamente algo de lo que uno se sienta orgullosa La miré tranquila. ---- -Lo mismo digo.