---- Capitulo 2 El rostro de Clara cambié al instante. -Ahi site equivocaste, doctora Lima. TU y yo no somos iguales. -Yo si tengo con qué ser la esposa. A ti, con suerte, te tiran un billete y te mandan a volar. Bajé la mirada. Tenfa razén. En mi vida pasada, la sirvienta que entré a esa habitacién terminé justo asi: pagada y olvidada. Pero yo no soy ella. Yo quedo embarazada facilito, y asi fue como terminé caséndome con Nelson Miré su uniforme de sirvienta con intencion. -Sefiorita Santos, mejor octipese de lo suyo. En ese momento, Nelson salié del cuarto. Rodeé a Clara con un brazo y le hablé con ternura: -jEstds bien, Clara? {Por qué no descansas un rato mas? Clara bajé la cabeza con timidez. -Tengo trabajo... no puedo desaparecer todo el dia. Luego me eché una mirada con doble sentido. No todos tenemos el lujo de vivir como la doctora Lima, siempre tan desocupada Nelson solt6 una risa seca. ---- No es més que la doctora de la familia. -Tranquila, ya te lo dije: me voy a hacer cargo de ti Después me miré, con desprecio, sin una gota de emocién -Me contaron que fuiste tu quien le pidid al mayordomo que trajera a Clara. Bien hecho. -Pero no te confundas. Hay cosas que no te corresponden... ni en suefios. Sus palabras dolieron como un golpe seco, directo al pecho. Asi que... siempre lo supo. Sabia que yo estaba enamorada de él. En mi vida pasada, supe que fue por una sola palabra suya que los Navarro aceptaron pagarme la universidad. Por eso le estaba tan agradecida. Después me ofreci para trabajar en la casa como doctora, solo para estar cerca. Antes de casamos, le pregunté si de verdad lo deseaba Y él respondié, sin titubear: -Da igual quién sea. No te hagas ilusiones. Solo sé la sefiora de la casa. Pero cuando aseguré su lugar como heredero, se quité la mascara. Nelson... no era ms que otro hipécrita, -Estd bien -respondi en voz baja. En esta vida, si yo no me meto... quiero ver hasta dénde son capaces de llegar los dos. ---- Estaba por darme la vuelta cuando Nelson me agarré de la mufieca Su fuerza me arrancé un quejido. Sus ojos se clavaron en mi cuello, justo donde quedaba una pequefia marca roja, -2Y esto? -pregunté con una voz helada-. Me das asco. El tirén me hizo estremecer. Ya me dolia todo el cuerpo, y con eso senti que los huesos se me partian por dentro Aun asi, aguanté el dolor y lo miré directo a los ojos -Eso no es asunto suyo, sefior Navarro. Su cara se puso roja de rabia, y en su mirada cruzé algo que no pude entender. -ZQuién fue? ¢Alguno de los sirvientes? -Vaya... qué bajo has caido. Me miraba con asco, escupiendo las palabras como veneno. Antes de que pudiera responderle, una vocecita débil soné a mis espaldas: ~Ay... me duele... Nelson me solté al instante y se gird para ir con Clara Ella estaba apoyada contra la pared, con cara de victima indefensa -Me duele mucho la pierna... -murmuré. Sin pensarlo, Nelson la levanté en brazos. Clara se le colgé del cuello, apoyé la cara en su pecho, y me lanz6 ---- una mirada cargada de desafio. En mi vida pasada, Clara solo queria subir. Siempre us6 esa actitud frgil para ganarse a Nelson Cuando se enteré de que él iba a casarse conmigo, empezé a coquetear con otros ricos solo para darle celos. Termin6 metida en drogas, y una noche, en plena abstinencia, se tird frente a un auto. Murié en el acto. Y lo més ridiculo fue que Nelson creyé que lo amaba con locura. Llevé una mano al vientre. Senti un calor tan fuerte... mas que en aquella vida pasada cuando estuve embarazada.