---- Capítulo 9 No llamé a la policía. Hice como si no hubiera visto nada y salí a buscar a mi abuela. Más tarde, alguien, no sé quién, hizo la denuncia. Al día siguiente, me enteré de que Valeria Morales, tras aquella caída, había sufrido un aborto espontáneo que terminó en una histerectomía. Nunca más podría tener hijos. Dos semanas después, Paola me envió un enlace de una transmisión en vivo. Valeria estaba insultando a Héctor frente a una cámara. Tenía la mirada perdida, pero los ojos Ilenos de furia. Parecía haber perdido la razón. - iEse desgraciado! jUn estafador y un mujeriego! jPor su culpa me quitaron el útero! jOjalá que se muera! -iAborté y ni una llamada, ni una palabra de consuelo! | Quiero que se arruine, que pierda todo! -iQue quiebre, que quiebre! Enlos comentarios, las frases más repetidas eran: ---- -Estás loca, necesitas ver a un psiquiatra. - Que alguien etiquete al gerente del manicomio, por favor. Me acomodé en mi silla mecedora, con un trozo de sandía en la mano, y vi el espectáculo, deleitada. Tres meses después. Como había predicho el abogado, la separación se completó. Durante la segunda audiencia del juício de divorcio, el juez falló a mi favor. Lo que es mío, me lo Ilevaría todo. Y mi hijo... él siempre estaría a mi lado. Salí del tribunal con una sonrisa. Me Ilevé todo lo que me correspondía, y mi hijo también quedó bajo mi custodia. Justo cuando estaba por despedirme del abogado y celebrar con Paola, apareció Héctor. Habló con un tono malvado: -Aunque ya estemos divorciados, hay algo que jamás podrás cambiar, Natalia. En las venas de Luisito siempre correrá mi sangre. jSiempre será mi hijo! Y cuando sepa lo que hiciste para destruirme, ícrees que te perdonará? ---- Me detuve, y le respondí con calma: -En el mundo de Luisito no existirá Héctor Salinas. Así que no te preocupes por lo que dices. Me miró con rabia, pero yo continué: - íCrees que mi hijo será un arma para usar en mi contra? Te equivocas. Él es mi escudo. Héctor apretó los dientes y soltó una amenaza: - Ningún hombre querrá cargar con lo que dejé. juna mujer usada por mí! Ve y búscalos. Cada uno que encuentres, yo lo destruiré. Vamos a ver quién se cansa primero. iBang! Antes de que pudiera responder, Paola se adelantó y le dio un derechazo directo en la cara. Héctor escupió sangre y la miró furioso: -iPaola! gEstás loca? éQué clase de perra se atreve a golpearme? Paola sacudió las manos, indiferente: -2Siempre he querido darte una buena lección. Anda, denúnciame si tienes huevos. ---- Héctor se quedó pasmado. Sabía que no se atrevería. Sabía que le tenía miedo. - Vámonos, Natalia. Hoy brindamos por tu nueva vida. Tomé su mano y nos alejamos en el auto. Por fin era hora de cerrar ese capítulo. Epílogo Un afio después, escuché rumores de Héctor. Había perdido todo. Intentó trabajar en tres empresas diferentes, pero nunca duró mucho. Sofiaba con recuperar su antigua vida de lujos, pero sin alguien como yo para apoyarlo, cada intento terminó en fracaso. Jamás encontró a alguien como yo, que lo apoyara incondicionalmente. Así que descargaba su frustración en el trabajo, discutiendo e insultando a sus compafieros en las reuniones. Fue despedido de una empresa tras otra. ---- Por otro lado, Valeria, al ver que Héctor había caído en la ruina, empezó a recuperar su felicidad. No tardó en encontrar a un hombre rico, aunque era un poco obeso y bastante mayor. A pesar de esto, ella se fue a vivir con él rápidamente. Pensé que no volvería a saber de ellos, pero, seis meses después, recibí una Ilamada de Paola. -iTienes que escuchar esto! Es un bombazo. - ê Qué pasó ahora? No necesitó dar nombres. Ya sabía que era sobre ellos. Paola chasqueó la lengua antes de responder: - PResulta que a Héctor lo volvieron a despedir el mes pasado. Anoche, por alguna razón, decidió ir a buscar a Valeria. - Pues Valeria tampoco la estaba pasando bien. El gordo con el que se fue resulta ser un abusador que la golpea todas las noches. Tenía marcas por todo el cuerpo. - Parece que se dio cuenta que Héctor no era tan malo y... icogieron en la cama donde dormía con el gordo! -íéTe imaginas lo que pasó después? -éY luego? - pregunté, con curiosidad. ---- Paola subió el tono de voz, claramente disfrutando del chisme. - Aquí viene lo mejor: el gordo Ilegó de repente a casa, los encontró en pleno acto y... iLes dio una paliza a los dos! -FEI gordo tenía una fuerza aterradora, y todos sabían que era un abusador. Cuando perdía el control, no medía las consecuencias. Al intentar defenderse, Héctor apenas logró reaccionar antes de que el gordo agarrara una silla y la estrellara contra él varias veces. Ahora, no puede caminar. - Y Valeria... bueno, su cara quedó desfigurada. Usó unas tijeras para asegurarse de que ningún hombre volviera a fijarse en ella. Me quedé en silencio, procesando lo que acababa de escuchar. La tragedia de ambos me pareció un castigo del irónico destino. Colgué la Ilamada justo cuando mi nuevo novio salió de la cocina, con una taza en la mano. -Te preparé un café con leche. Con endulzante y un poquito de chocolate, como a ti te gusta -dijo, colocándolo frente a mí. ---- Bebí un sorbo. Estaba dulce y caliente, sabía a hogar. Le sonreí. - Perfecto -dije. En ese momento supe que los días amargos habían quedado atrás. Ahora, mi vida sería como ese café: dulce y tranquila, para siempre.
