---- Capítulo 7 Laura fue esposada y la Ilevaron frente a la casa. Los vecinos, Curiosos, se asomaban con murmullos. Mis padres no podían contener el Ilanto. Se daban golpes en el pecho mientras observaban a esa hija de corazón venenoso, capaz de asesinar a su propia hermana por satisfacer sus deseos egoístas. No sabían qué decir. Desde pequeãa, la hija menor siempre fue dulce y obediente. En qué momento se convirtió en alguien tan cruel, con un corazón tan venenoso como el de una víbora? -iPadre, madre! iPor favor, sálvenme! -jApúrate! Contrata un abogado y presenta una disculpa escrita. - su voz se quebraba-. jEvina ya murió, yo soy su única hija ahora!- gritó Laura de rodillas, temblando. Su falda se humedecíia por el miedo. Resulta que ella también le temia a la muerte, que si comprendia lo valiosa que es la vida. Mi madre se tambaleó y se puso de rodillas frente a ella. Le acarició el cabello con desgana. Pero luego, una bofetada tras otra azotaron la cara de Laura. -ijAsesina, pagarás por lo que hiciste! -repetían una y otra vez. Pero Laura, enloquecida, empujó a mi madre hasta derribarla, y se quedó allí, con una risa oscura, cada vez más retorcida. ---- La locura y la obsesión se pintaban en su rostro. Se frotó el vientre y soltó una carcajada burlona: -iCon este bebé, nadie podrá matarme! ; Qué tengo de menos que Evina? gSu rostro? ;Su forma de ser? ;Su inteligencia? éY por qué ella consiguió ese compafíero, ese matrimonio exitoso, y yo solo tuve que resignarme con un adicto? iMientras Evina no esté viva, todo eso es mio! -iSi soy mejor que ella, me da igual morir! La noche en que se la Ilevaron, mis padres amanecieron con el pelo canoso. En apenas unos meses, la famiília se desmoron: fue detenido. murió uno, otro Mi madre se quebró mentalmente. No dormia sin pastillas. Ella fue cómplice, fue ella quien causó la muerte de su propia hija. Esas palabras no dejaban de salir de su boca, una y otra vez, todo el dia. El viento soplaba helado. Todo parecía muerto a su alrededor. El mundo había perdido sus colores. Mis padres, con el ánimo forzado, se vistieron de luto. Hoy es mi funeral En la manada, familiares y amigos Ilegaron a dejar flores junto a mi féretro. David apareció por fin. Ya no estaba radiante. ---- Se habia consumido: mejillas hundidas, mirada pesimista. Se recostaba en una pared, fumando sin parar. No se atrevió a mirar hacia el lugar donde reposaba mi uma. Cabizbajo, las lágrimas rodaban en silencio por sus mejillas. Se odiaba a si mismo: por haber cedido a Laura y cumplir uno de sus absurdos "deseos"; por haberse alejado de mí; por haber sofiado ser el héroe que rescata princesas; por no haberse aferrado a nosotros y ahora estar separado de mí por siempre... Unos invitados seialaban y cuchicheaban tras él. É| guardaba silencio. Se sentía basura. Ni siquiera merecía el infierno. La multitud Ilenaba el lugar, pero en un rincón descuidado una sombra negra se deslizó. Se acercó al altar y tomó mi urna de cenizas. Afuera seguía Iloviendo. La cargó con cuidado, como si me abrazara. Era Lucía. Últimamente se mostraba demacrada: ojerosa, barbilla angulosa, fatiga que irradiaba desde los huesos. Antes tan brillante... ahora sin sonrisas. Caminamos en silencio por el camino, como los paseos que solíamos dar. -Evina, i te acuerdas? -En la escuela, mi papá se emborrachó y me dejó sin comer, encerrada en el segundo piso, sola con mis lágrimas. -Un día no me aparecí en clase. Luego te vi salir corriendo por el árbol, ese inmenso árbol, despacio, sin poder ni con el vértigo para subir. ---- -Mi mamá sabía que me golpeaban, sabía que estaba encerrada. Pero la que vino a salvarme fuiste tú, Evina... -Cuando me sacaste, me compraste pan y helado con tus ahorros... y lo compartimos. Ese helado fue el más dulce que he probado... nunca volví a comer algo así. Lucia sonrió al recordario. Y luego Iloró. Quise secar sus lágrimas, pero solo pude atravesarla. El amor vence los obstáculos. El amor también exige sacrifícios. Si hubiera sabido el final, habríia permanecido más tiempo con Lucía. Porque ella fue la única que me amó sin condiciones, con todo su corazón