---- Capítulo 6 Javier pensaba que tenía todo bajo control, pero su arrogancia me había abierto una oportunidad. Desde que supe de Ayala, empecé a mover nuestras finanzas, asegurándome de proteger lo que era mío. El fin de semana, visité a mis padres. Durante la conversación, mencionamos la empresa que fundamos juntos hace afios: Empresa T. Este competidor más pequefio de Grupo M seguía un camino diferente, pero en el entorno actual, tenía un gran potencial. -éNo crees que te cargarías demasiado al tomar las riendas de Empresa T? - preguntó mi madre con preocupación. Negué con la cabeza, sin entrar en quejas ni cargar a otros con mis problemas. -Confío en el futuro de Empresa T y planeo enfocarme aquí. éNo crees en las capacidades de tu hija? Ella sonrió, orgullosa. - -Por supuesto, si necesitas ayuda, aquí estoy. Siempre he querido que te involucres más en los asuntos familiares. Me sentí algo avergonzada. Había confiado en que Grupo ---- M se encaminaría solo, y al estar casada con Javier, creí que todo estaba bajo control. Pero él había interpretado mis esfuerzos como un intento de poder. Pensaba que era co-propietaria, pero Javier nuncalo vio así. Cuando decidí dejar Grupo M, él se rio, convencido de que no podría soltar lo que había construido, ni a él. Estaba esperando que regresara suplicándole, pero solo le envié mi renuncia. Actué rápido: al salir, Ilevé conmigo a varios clientes y recursos. Con el apoyo de la familia Otero y la tendencia del mercado, Empresa T rápidamente se estabilizó. Sin mí, Grupo M cayó en picada. La presión de la competencia y algunas malas decisiones llevaron a un desplome en su valor, dejando a todos cuestionándose sobre su futuro. Javier entendió el peso que tengo en Grupo M y trató de convencerme: - Si regresas, la crisis de Grupo M se puede solucionar. No creo que quieras verlo caer, después de todo, tú también has trabajado duro para Ilegar hasta aquí. Lo miré con desdén y le pregunté: -êAsí que esta es tu manera de suplicarme? Javier, has cambiado bastante en estos siete afios. ---- Su silencio fue la respuesta. Sin ganas de prolongar la conversación, colgué el teléfono. Lo que me sorprendió fue Ayala. En un momento en que casi la había olvidado, la vi descender de un auto de lujo. No era el de Javier. Estaba besándose con un hombre desconocido. Le pedí a mi asistente que investigara. Resulta que Ayala no solo tenía a Javier. Gracias a sus regalos, se había transformado en una "heredera rica" y había conseguido engatusar a un joven adinerado. Aunque dependía de los hombres, Ayala no era una romántica ingenua. Ella tenía su carrera, y seducir hombres era su negocio. No le importaba si eran hombres mayores y acaudalados o jóvenes inexpertos con dinero. Con Javier, era la damisela en apuros; con el nuevo, se mostraba segura y encantadora. Ayala tenía un talento especial para jugar conlos hombres, aprovechando sus debilidades. Eralo suficientemente astuta como para no dejar de lado ni a su propio hijo no nacido en su búsqueda de beneficios. No comprendiía su forma de actuar, pero la respetaba. Al final, si tenía ambición, podía negociar.