---- Capítulo 7 Los otros tres quedaron atónitos. El padre de Francisco, al ver el estado de su hijo, se enfureció: -; Qué estás diciendo? Hijo desagradecido, ;acaso vas a abandonar a tus padres y a tu hijo por esa mujer?Francisco ni siquiera miró a sus padres mientras se servía un trago: -Ese es su nieto, no tiene nada que ver conmigo - su propio hijo ya habia muerto por su culpa. Isabel se acercó y abrazó el brazo de Francisco, Ilorando: - Francisco, reconozco mi error, pero te amo de verdad. Me enamoré de ti desde la primera vez que te vi. Ahora que Laura se ha ido, ;por qué no estamos juntos? Te trataré mejor que Laura, ;podemos darle a nuestro hijo un hogar completo? Francisco estalló de furia y agarró a Isabel por el cuello: -;Cómo te atreves a hablar de amor? No le Ilegas ni a los talones a Laura. Por el bien del nio, pensaba dejarte en paz, pero ya que insistes en hacerme enojar, no me culpes por lo que pase. Su expresión era diabólica, haciendo que Isabel sintiera escalofrios mientras el miedo crecía en su interior. Francisco ahora odiaba a Isabel. Si no fuera por ella, nunca habria traicionado a Laura. Si no fuera por ella, Laura no lo habría abandonado. Todavía serían un matrimonio feliz y amoroso. Viendo que Isabel estaba poniendo los ojos en blanco por la asfixia, los padres de Francisco, temiendo un desastre fatal, intentaron calmarlo mientras sostenían al bebé. En el último segundo, Francisco soltó a Isabel y se limpió las manos con una servilleta. Por supuesto que no iba a mancharse las manos por alguien como ella. Necesitaba seguir con vida para encontrar a Laura y redimirse. ---- Entregó a la policía los videos que mostraban cómo Isabel le puso algo en la bebida y cómo falsamente acusó a Laura. Con los registros de transferencias bancarias de hace un afio y la escritura de la casa como evidencia, demandó a Isabel. Debido a la gran suma de dinero involucrada, Isabel fue sentenciada a diez ahos de prisión. Después de esto, Francisco cayó en una espiral descendente. Abandonó la empresa y pasaba sus días bebiendo o buscando a Laura. En su círculo social no hay secretos, y la notícia se difundió rápidamente. De pronto, los Gutiérrez se convirtieron en el hazmerreir del grupo, provocando incluso la caída de sus acciones. Mientras los Gutiérrez protagonizaban este drama, yo ya estaba trabajando como voluntaria en un orfanato en el sur. A diferencia de otros orfanatos, este solo acogia a nifias abandonadas por sus padres. Desde la directora hasta las cocineras, todo el personal era femenino. El sueão de la directora era hacer saber a todas las nifias que son los seres más valiosos del mundo. La luz del sol y las sonrisas inocentes de las nifias me habían sanado. El sol estaba fuerte, y una pequeãa nifia que siempre habia sido cercana a mí corrió a mi lado con un sombrero. Con voz dulce dijo: -Laura, la directora dice que el sol está muy fuerte y que te protejas, o el bebé en tu vientre se pondrá moreno. Sus palabras inocentes me hicieron reir. Tomé el sombrero de sus manos y me incliné ligeramente para agradecerle. Ella, avergonzada por mi mirada, se alejó dando saltitos. Observé a las nifias jugando en el patio mientras acariciaba ---- suavemente mi vientre ya abultado. Una vez más, sentí que la decisión impulsiva que tomé había sido correcta. Si, no aborté a este bebé. En el último momento, mientras yacía en la mesa de operaciones, me arrepentí. Decidí conservar a este nifio. Desde pequeãa tuve pocos lazos familiares. Después de que mi abuela, quien me crio, falleció, no me quedó ningún familiar en este mundo. Pero este bebé era diferente. Lleva mi sangre, es mi pariente más cercano. Habia sufrido tanto para finalmente quedar embarazada, tenía que conservarlo. Por supuesto, desde el momento en que decidí divorciarme de Francisco, este niõo no tendra ninguna relación con él. Sería únicamente mi hijo.
