Capítulo 32: ???? ???? ???? ???? ???? Sólo entonces se disculpó Elaine: «Lo siento, lo siento, quería golpear a esa persona, no esperaba golpear a la persona equivocada, ¿Estás bien?». Oliver pateó al tipo que intentó apuñalarlo con el cuchillo a unos metros de distancia. Luego, con un puñetazo izquierdo, otro tipo salió volando. Mientras tanto, aún tenía energía para coquetear con Elaine: «Sí, pequeña, estoy a punto de perder la cabeza por tu culpa. ¿Te vas a casar conmigo después de esto?». Elaine se asustó hasta el punto de que su carita se puso pálida como el papel, no tenía humor para entretenerse con sus coquetas palabras, y gritó: «¡Ahh, hay alguien delante a punto de golpearte! ¡Concéntrate, por favor!». Justo cuando se estaba divirtiendo, Frank se acercó corriendo con un grupo de hombres, «¡Oliver! ¡Déjame esto a mí! Maldita sea, ¡Ni siquiera se atrevan a tocar al Maestro Young! ¡Paren todos! ¿Saben quién es? ¡Es el Joven Maestro del Grupo JY! ¡Paren! ¡El Maestro Clark del Clan ZH también está aquí! ¡Acabará con ustedes!». Todos los hombres de la sala se quedaron atónitos, uno a uno, dejaron de luchar como si estuvieran paralizados. Nadie había pensado que aquel joven fuera en realidad el Joven Maestro del Grupo JY, ¡Y Frank incluso mencionó al Clan ZH! ¡EL Clan ZH! Esa es… ¡La sociedad secreta más influyente del país! El jefe del Clan ZH, el Maestro Clark ¿Realmente conocía al Maestro Young? Luego de una serie de sucesos, los hombres se detuvieron. Provocar a alguien relacionado con el Clan ZH era una locura. Con una fama resonante en la sociedad clandestina… era mejor alejarse del peligro. Oliver dio una palmada y abrazó a la asustada Elaine como si estuviera abrazando a su propia novia. Asintiendo a Frank, dijo: «Frank, has llegado realmente a tiempo. ¡Este tipo quería aprovecharse de mi mujer! ¡Está fuera de control! Frank, ¡Ayúdame a acabar con él!». Frank miró a Elaine, oh, era esa niña otra vez. Parece que Oliver está realmente interesado en esta chica, el término ‘mi mujer’ no se utilizaba tan seguido. Frank tomó el relevo de la situación: «Tranquilo amigo, ya puedes irte, déjame a mi tratar con esta escoria, ¡Te prometo que no verá la próxima luz del día! ¡Se han vuelto locos! ¿Incluso quisieron tocar a la mujer del Maestro Young? ¡Parece que están buscando la muerte!». Oliver y Frank se miraron, luego sonrieron para despedirse con la mano. Oliver abrazó a Elaine y se marchó. Elaine seguía ida, temblando por todo el cuerpo, con los ojos muy abiertos por el horror. Sólo cuando Oliver la hubo alejado, reaccionó: «Tú, ¿Por qué me abrazas?». Aún le temblaba la voz. «¿Sabes desde hace cuántos años que no golpeaba a alguien? No había vuelto a pelearme desde la secundaria. No es que no supiera luchar, pero nunca tuve la oportunidad de vencer a la gente con el estatus que tengo. Con un grupo de personas que te ayudan a luchar, no había necesidad de hacerlo yo mismo. Gracias a ti, yo mismo los golpeé y otros me golpearon, ¿No vas a expresar un poco de gratitud? La voz de Oliver era increíblemente conmovedora, y sonrió a Elaine. Elaine seguía agarrada a su pequeño martillo, tartamudeando: «Gracias por lo de hoy, me has salvado. Si no hubieras venido, no sabría cómo habría terminado todo. Gracias». Oliver hizo un pequeño puchero: «Un gracias no es suficiente». «Entonces… te invitaré a comer. Pero no puede ser demasiado cara la comida, ¡Cien dólares o menos!». Elaine se decidió con determinación, y eso hizo que Oliver soltara una risita. «¿Menos de cien dólares? No quiero que me invites, puedo invitarte a todas las comidas en el futuro, sólo quiero que… ¡Seas mi novia!». Elaine se quedó estática. Su boca se ensanchó y miró a Oliver sin pestañear. Tardó cinco segundos en sacudir la mano con fuerza, rechazándolo: «¡Eso no, definitivamente no!». Oliver dijo pacientemente: «Ya sabes quién soy, ¿Verdad? Soy Oliver Young del Grupo JY, esa es la empresa de mi familia. Soy muy rico, tengo 25 años este año y me gradué en la mejor escuela de negocios del extranjero; también has visto mi figura que aún está bien. Ni que decir tiene que mi aspecto tampoco está mal. No veo porque no puedo ser tu novio». Elaine se sonrojó y explicó: «Sí, eres bueno, eres muy bueno, ¡Absolutamente estupendo! Es sólo que, no soy digna de ti, sólo soy una ciudadana corriente, definitivamente no te merezco». Este tipo de herederos ricos… quién se atrevería a quererlos, sólo con una mirada sabrías que tiene amantes por todas partes. Pero al ver que era su salvador, no quiso disgustarlo demasiado. «¡Si digo que me mereces, es que me mereces! Me gustas. Desde la primera mirada, sentí que mi corazón daba un salto. Por eso quiero que seas mi novia». Elaine ya estaba irritada, y no le importó si era su salvador o no, frunció el ceño y gritó impaciente: «¡Qué molesto eres! ¡Ya te he dicho que no! ¿Por qué continúas? ¿Quieres que te rechace antes de que te sientas bien? ¡He dicho que no a ser tu novia porque no me gustas! ¡No creas que puedes hacer algo sólo porque quieres! ¡Simplemente no me gustas! Me voy». Elaine se dio la vuelta para marcharse, pero a los dos pasos se acordó de meterse el pequeño martillo en el bolsillo.