---- Senti que la comisura de mis labios se movia, divertida por mi propia tonteria, mientras entraba al ascensor y presionaba el botén para cerrar las puertas. Ese corazén que siempre se negaba a rendirse, por fin se calmé, convirtiéndose en aguas quietas. De alguna manera, ya no me sentia triste. Mientras las puertas del ascensor se cerraban, dije suavemente: -Estd bien, no te preocupes Alex se apresuré hacia el ascensor, tal vez intentando detener el cierre, pero ya era tarde. En la ultima mirada que le di, cref ver panico y confusién en sus ojos. Antes de irme, revisé mi equipaje una ultima vez. Al mediodia, Derek me invité a almorzar para hablar sobre el proyecto de investigacién del envenenamiento por plata Al salir del restaurante, Ricardo me llamé de repente. Contesté, pero él guardé silencio un largo momento. Pensando que podria haber llamado por accident, estuve a punto de colgar cuando finalmente pregunts: -(Cudndo vuelves a casa? Me quedé atdnita y no pude evitar preguntarme si en realidad no habria querido llamar a Wendy. Aun asi, respondi: -He estado ocupada en la escuela ultimamente, asi que no volveré. -{Ni siquiera esta noche? -insistis él. No entendi su repentino interés, pero inventé una excusa ---- -Tengo planes con unos compafieros esta noche. Dicho esto, siguid otro largo silencio. -Hoy es el cumpleafios de Alex y el mio -continué torpemente, después de un rato. Me quedé sin palabras por un momento. Durante muchos afios, era yo quien planeaba sus cumpleafios, les compraba pasteles, reservaba lugares, y elegia sus regalos con meses de anticipacién. Pero ese afio... Sin embargo, antes de que pudiera reaccionar Derek tomé mi teléfono y dijo: -Ambar preparé regalos de cumpleafios para ustedes dos, los verdn cuando lleguen a casa. Miré a Derek sorprendida, y él me guifié un ojo. Luego me explicé que habia enviado a Alex y Ricardo un paquete con mi carta de aceptacién en el proyecto de aislamiento de quince afios, junto con unas grabaciones de la directora del orfanato confirmando el fraude de la identidad de Wendy. Rei suavemente y negué con la cabeza. Si lo creian 0 no, ya no me importaba. Tomé mi maleta ya empacada y reservé el préximo vuelo disponible, antes de salir de la escuela y dirigirme al aeropuerto con Derek. Mientras el avin ascendia a treinta mil pies, toda la Ciudad del Norte desaparecia poco a poco de mi vista