---- Capítulo 10 Mientras veía el coche alejarse apresuradamente, sentí como si un peso se levantara de mi pecho. Probablemente porque sabia que finalmente podría alejarme de toda esa gente tóxica. Este era el mejor regalo de cumpleaios que el destino podía darme. Efectivamente, Lucía dio a luz prematuramente a un nifio. Afortunadamente, el bebé estaba sano y no sufrió mayores complicaciones. Diego finalmente accedió a firmar los papeles del divorcio. Al salir del juzgado, me detuvo con una expresión de disgusto: -Katia, ;acaso me engafiabas con Carlos desde hace tiempo y por eso insistías tanto en el divorcio? Le expliqué que, aunque sabía que había un nuevo vecino, no hablé formalmente con Carlos hasta el día que tuve síntomas de aborto y fui al hospital. Podía decir esto con la frente en alto ante cualquiera. -Y tú, Diego, gtu relación con Lucia fue realmente solo de protección? àNo hubo nada inapropiado ni sentimientos durante estos afios? Diego abrió la boca para responder, pero lo interrumpí: -No hace falta que contestes. Ya conozco la respuesta. Deja de engafiarte a ti mismo. Lucía era astuta. Antes ignoraba a Diego, su eterno admirador, hasta que él tuvo éxito en los negocios. Además, evitaba intimidad física para mantener una imagen de independencia y pureza. Una estrategia inteligente, sin duda. Pero cuando le retiraron sus obras por plagio y le quitaron el ---- estudio, Lucía se desesperó. Cuanto más intentaba aferrarse a Diego, menos la valoraba él. Justo como é| me había tratado a mi antes. -Diego, no te debo nada. Pero tú sí tienes remordimientos conmigo. Con esas palabras, hice una sefia a Carlos para que acercara el coche. Diego se quedó parado por un buen rato, hasta que desapareció por completo del retrovisor y de mi vida. Un afio después, me encontraba embarazada en el hospital para un chequeo. No esperaba volver a ver a Diego. Estaba pálido, sin afeitar, con una camisa arrugada manchada de sangre, siguiendo una camilla. Al pasar, vi de reojo a Lucía acostada, con la cara ensangrentada, gimiendo de dolor. 'Aunque intentaba no involucrarme, no pude evitar sentir curiosidad, Discretamente, indagué sobre la situación y la historia resultó ser explosiva, Lucía y Diego se habían divorciado nuevamente. Pero esta vez no fue una separación amistosa como la nuestra. -iNo te imaginas! jEl niho ni siquiera era de Diego! -me contó una enfermera, ansiosa por compartir el chisme. Al parecer, la empresa de Diego había quebrado por completo, Lucia, acostumbrada a una vida lujosa, no soportó la vida ordinaria y pidió el divorcio. Cuando Diego y su madre intentaron obtener la custodia, Lucía les echó en cara que el nifio no era de Diego. -jEsa Lucía sí que es una pieza! Actuaba toda pura e inocente, j pero resultó ser una cualquiera! Ni siquiera sabe quién es el padre, y engahó a Diego para que lo criara! ---- De repente, todo cobró sentido. Con razón se habia tirado al suelo aquella vez. Yo pensaba que solo queria inculparme, pero ahora entendia que necesitaba fingir un parto prematuro porque el bebé ya estaba a término. Acaricié mi vientre abultado, reflexionando. Siempre me pareció extrafio que yo tuviera tantas dificultades con los tratamientos de fertilidad y Lucía quedara embarazada tan fácilmente. Ahora todo tenía sentido... -Esa mujer tiene el alma negra. Después de todo lo que Diego hizo por ella y el nifio, lo insultó Ilamándolo perdedor y diciendo que con su belleza podría seguir encontrando tontos ricos. Eso provocó que la madre de Diego sufriera un derrame cerebral y él, enfurecido.. bueno, digamos que el rostro de Lucia ya no es lo que era. -iEl escándalo ha dado para hablar durante días en los grupos de la família! Carlos se acercó con una naranja pelada, quitándome suavemente el teléfono de las manos. -EI médico dijo que no uses tanto el móvil. No es bueno para ti ni para el bebé. Desde mis dos abortos anteriores, se ha vuelto muy protector, casi tratándome como si fuera de cristal. No protesté y acepté los gajos de naranja que me ofrecia. La brisa fresca de principios de otoo entraba por el balcón. En ese momento, todo parecia perfectamente feliz.