---- Su expresién se endurecié ligeramente. Sacé un pergamino de piel de bestia con antiguos totems grabados y se lo entregé a Pequefia Luz de Luna. -Ultimamente, la temporada de Iluvias me ha dejado mal. Ese Bosque Sombrio tan htimedo resulta cada vez mas molesto. -Ese bosque tiene cientos de kilometros de extensi6n, lleno de pantanos y arboles densos. No quiero ir mas. -Pero a tu padre le encanta cazar en terrenos dificiles. Y la lobita de la abuela, nuestra futura alfa de la Manada Piedra Negra, seguro que también lo disfrutard Con un gesto "desdefioso', le puso el pergamino en las manos -Anda. Llévaselo a tu madre. Que ella lleve a tu hermanito ahi en el futuro a abrir nuevos terrenos de caza. Ese Bosque Sombrio tenia un valor estratégico: facil de defender, dificil de atacar. Se decfa que su abuela lo habia arrebatado a una tribu enemiga mediante sabiduria y fuerza, siendo uno de sus logros més orgullosos. Mi hija pregunté con voz inocente: {Mi hermanito? gDénde esta? Al ver que la madre de Lucas atin me lanzaba esas pequefias indirectas de rivalidad pasiva con gestos de reconocimiento, Lucas y yo solo pudimos reimnos. La alz6 en brazos y le froto la nariz con carifio. Luego tom6 su patita y la posé sobre mi vientre ligeramente redondeado. ---- -Aqui mismo, mi pequefia guerrera. Tal vez, por no haber aceptado su "oferta de paz" hace siete afios, me habia ganado algo de respeto. O tal vez era porque ahora mi estatus era distinto: ya no solo era la Luna de Lucas, sino que habia demostrado sabiduria y liderazgo excepcionales durante varios conflictos tribales, ganandome el respeto de la mayoria de la Manada Piedra Negra. En el segundo afi, incluso habia introducido conocimientos sobre hierbas curativas y técnicas mas eficaces, beneficiando enormemente a la manada. La oposicidn de la madre de Lucas y los ancianos no fue tan dificil de superar como habiamos temido. Ahora, la manada prosperaba, y el alfa y su Luna estaban profundamente enamorados.
