---- Si realmente fuera la pareja de Angel, esa marca estaria abi. Su rostro, normalmente frio y distante, se contorsioné por una tormenta de emociones: ira, incredulidad... hasta que se transformé en una chispa de esperanza -Tu... -Su voz era un susurro ronco-. gNunca dejaste que Angel... te marcara? gNunca se completé el vinculo? Siete afios. ;Como explicarselo? Mi garganta se cerrd. Apenas logré articular, en un susurro débil: =No hubo.. tiempo... en aquel entonces... Una Diosa Lunar, prometida a un Alfa, atin intacta la noche antes de la ceremonia... En nuestro mundo, eso era casi impensable. 'A menos que... ese vinculo no fuera real Esta era mi eleccién. Angel y yo jamas habiamos tenido cortejo. Fuimos directamente a una alianza politica, a un contrato de apareamiento. E| me deseaba. Y yo queria escapar de un pasado que me perseguia, y de un futuro que me asfixiaba. Pero, después de esta noche, todo se habia hecho pedazos. Lucas fruncié el cefio. Me miraba, y en el silencio que se extendia entre nosotros habia mil preguntas sin pronunciar. Encontré la verdad en mi aroma, en mi cuerpo intacto bajo su toque. Seguia sin ser reclamada. En esencia, atin era suya El hielo en sus ojos comenz6 a derretirse, transformandose en un rojo incandescente. ---- Aquella tormenta, ese amor profundo y duradero que habia intentado enterrar durante siete afios, luchaba por salir a la superficie Se desploms sobre mi, no con violencia, sino con contencién suave, abrumado por la emocién. Hundié el rostro en mi cabello, mientras su cuerpo temblaba ligeramente al estar pegado al mio. Buscé mis labios heridos, y, esta vez, su beso fue completamente diferente. Desesperado, tierno, como si me saboreara por primera vez, como si me redescubriera. Cambiando de posicién, me atrajo hacia su pecho. Me acomodé bajo su mentén, piel con piel, mientras nuestros aromas se mezclaban entre si. Su aliento caliente roz6 mi ofdo, cuando, con voz ronca y quebrada, dijo: Camila. Mi luna. Sigo ardiendo por ti. Y entonces sus labios volvieron a buscar los mios. Besos lentos, profundos, en mis labios, en mis oidos... Y, con eso, por fin comprendi que, a pesar de todas las pruebas, nuestro amor nunca habia muerto. Las lagrimas se deslizaron por las comisuras de mis ojos, mientras la luna derramaba su brillante luz sobre nosotros, a través de la ventana. Tiempo después de la medianoche, un suave timbre rompié el silencio. Era el cristal de comunicacion dentro de mi bolsa abandonada. La melodia era dulce, pero ahora sonaba dolorosamente intrusiva. ---- Lucas se tens6 encima de mi, su ritmo viéndose interrumpido. Sin duda, era Angel ePero quién tenia tiempo para él ahora?
