---- Capítulo 8 - Me equivoqué, Celina. - FEI odio me nubló; en el fondo sí te amaba, pero estaba ciego a mis propios sentimientos. - Desde que te fuiste intenté ahogar todo con alcohol, pero cuanto más bebía, más te extrafiaba. - Desperté tarde y apenas ahora entiendo que te amo. - Vuelve conmigo. Serás la única duefa de la casa y te daré todo mi amor. Pronunció cada palabra con humildad, casi sin atreverse a mirarme. Si me lo hubiera dicho hace diez afios, quizá lo habría perdonado; pero un amor que llega tarde vale menos que un perro abandonado, y yo ya no lo necesito. Sonreí con frialdad, aferrada al brazo de Wolvent; apoyé la cabeza en su hombro y respondí serena: -FLlegas demasiado tarde. - Desde la primera vez que pedí romper el vínculo supe que, al pronunciarlo cien veces, lo haría realidad. ---- Esas cien peticiones ya se cumplieron. -Con cada intento se agotó mi amor por ti. -Yano te amo. Aunque reí, la punzada en el pecho seguía allí; diez afios de amor y dolor no se arrancan de golpe. Bruce negó con la cabeza, fuera de sí; quiso agarrarme, pero Wolvent se interpuso. - PDa un paso más, Bruce, y esto se convertirá en guerra entre clanes. Serías tú quien la detone; piénsalo bien - advirtió con voz gélida. Los clanes podrían haber vivido en paz; una confrontación provocaría un baho de sangre... y el Clan Luna Oscura es más fuerte que el Clan Oscuro: Bruce casi seguro perdería. - Si te niegas a romper el vínculo, yo tengo forma de hacerlo. éNo me crees? Ponme a prueba -afiadió Wolvent, alzando la voz con confianza. Bruce, con el rostro sombrío, avanzó un paso más, pero entonces aparecieron los ancianos del clan alertados por el alboroto; uno lo sujetó a tiempo y le susurró algo al oído. Solo entonces Bruce, a ---- regafiadientes, se calmó y dejó de armar escándalo. Al verlo marcharse tan contrariado supe que no pensaba rendirse. Ay... Qué asunto tan enredado. Aquella noche, Wolvent 1legó con una mujer de belleza serena; en cuanto la vi, me asaltó una extrafia cercania: sus rasgos se parecían mucho a los míos. - Eres la novia de Wolvent? -pregunté intrigada. Ella soltó una risita y, acercándose con dulzura, contestó: -iPor favor! Ya soy toda una madre, icómo crees que sea su novia? Me tomó las manos, me examinó de arriba abajo y, con los ojos enrojecidos, rompió a Ilorar. Yo me quedé rígida, sin saber qué hacer. - i Qué ocurre? En un arrebato me abrazó, sollozando a mares: ---- -iHija mía! Has vagado tantos afios, pasando penurias... - Fue culpa mía que te perdiera; jperdóname! Mis pupilas se contrajeron; miré a Wolvent, atónita. É! asintió con solemnidad y explicó: -FElla es tu madre biológica. Tus actuales padres te adoptaron. - Después de encontrarte, mandé a hacer en secreto una prueba de ADN. Perdona por ocultártelo. Quedé muda, incapaz de asimilar la noticia, paralizada como una estatua. Comprendiendo mi shock, me dejaron tiempo a solas para procesar todo.
