---- Capítulo 06 Cuando se fue, todo mi cuerpo se desplomó de alivio. Estuve a nada de infartarme. Ese hombre está completamente desquiciado. Valeria, cruzada de brazos, soltó con sarcasmo: -Salir con alguien así es como tatuarse un antecedente penal emocional. Una vida limpia... arruinada por un loco con un frasco de laboratorio. -iApurate! Vamos a casa -le dije, impaciente. Después de una ducha purificadora, ya más calmadas, nos sentamos a analizar la situación. -Santiago fue mi prometido, ok. Pero se fue de luna de miel con otra. .Qué más prueba necesito de que era un imbécil? Mejor así. Yo estaba ciega. Ahora veo. Valeria me miró seria. -Solo pienso en lo injusto. Fueron cinco afios, Renata.. -Y ahora ya no recuerdo nada. Así que no hay dolor. Es una suerte no tener que cargar con ese pasado tan miserable. Valeria lo pensó un momento y, finalmente, me chocó la palma. -Bueno. jA comer brochetas! Fuimos a comer, después a dar una vuelta. Caminamos tomadas de la mano como en los viejos tiempos, ---- riendo. Pero cuando ya estábamos por Ilegar a la entrada del edifício, Valeria empezó a mirar hacia atrás, nerviosa. -eQué pasa? -le pregunté. -Siento que alguien nos sigue... pero no logro ver nada. Un escalofrio me subió por la espalda. Apuré el paso. Yjusto al Ilegar al portón... ahí estaba. Santiago Herrera, Nos interceptó de frente. Su cara aliviada, como si acabara de encontrar un tesoro perdido. -Renata, por fin. Estás bien. Fui a tu casa, no estabas. No contestás. Me estaba volviendo loco. -Te acordás de mi? Soy Santiago. Su voz dulce. Como si hablara con una nifia caprichosa. Pero mi sangre hervía, LiOtra vez!? jNi doce horas desde la mediación! Ni una mosca es tan molesta como este hombre. Di un paso atrás. -Sehor Herrera. No tengo relación alguna con usted. No lo conozco. Y aunque alguna vez hayamos estado comprometidos, ya no lo estamos. ---- iY le pido que deje de acosarme! É! se quedó quieto, cabizbajo. -EI efecto del medicamento solo debía durar un mes... ya pasaron tres días. Por qué no recordás? Después, levantó la cabeza con nueva energia. -No importa. Le pedí al laboratorio que analice el lote completo. Vamos a resolverlo. Valeria ya no aguantó más: -ieY la memoria qué importa?! iLa cuestión es que la engafaste! Te fuiste con otra y ella ya no te quiere! Santiago se quedó congelado. Y después... sonrió. -Ella me ama. Solo lo olvidó por ahora. Dicho eso, se fue caminando, sin discutir más. Seguramente a buscar resultados. m Desde entonces, aparecía por todos lados, Lo bloqueé de todas partes. Entonces empezó a esperarme fuera del trabajo, día tras día. -;Ya recordaste algo, Renata? -me preguntaba, con una sonrisa tan tranquila que daba miedo. No importaba cuántas veces lo insultara o lo amenazara con ---- denunciarlo. É! solo respondía lo mismo, como un disco rayado: -No importa. Pronto vas a recordarlo. Tendremos la boda más hermosa. Puaj. La piel se me erizaba cada vez que lo escuchaba. Un dia, Valeria y yo habíamos quedado en casa. Pero al Ilegar al edificio... ahí estaba él. Santiago, recostado contra la esquina del pasíllo, mitad en sombras, con los ojos clavados en mií. -icOtra vez túl? -gritó Valeria, asustada-. j Qué carajos querés ahora!? É! salió del rincón con paso lento. Ya no tenía la mirada amable de siempre. Sus ojos estaban frios. El rostro, tenso. La voz le salió cortante, amarga. -Renata... ;te estás burlando de mí? ; Te divertis con esto? zCreés que no lo noté? -Ya recordaste todo, icierto? Y aun así... fingis no saber nada. iTenés idea del miedo que pasé estos días?
