---- Capítulo 08 Un par de días después, saliendo del trabajo, vi un Mercedes-Benz G- Class estacionado frente a la universidad. 'Apoyado contra la puerta, con un traje negro impecable, estaba Santiago. Alto, elegante, imponente. En el maletero, una montafia de calas blancas. La gente se arremolinaba alrededor, curiosos, impresionados. Mi corazón dio un vuelco, No puedo mentir: Santiago es guapo. Muy guapo. De esos que parecen salidos de un comercial de perfume caro. Pero todo lo que ha hecho. lo ha vuelto repulsivo a mis ojos. -Renata -dijo con una sonrisa cálida, acercándose con un enorme ramo de calas-. ; Te acordás? Nuestra primera cita... Vimos un campo entero de calas. Dijiste que eran tus favoritas, Su sonrisa era tan radiante, sus ojos tan brillantes. por un segundo, me pareció ver a otro chico. Uno que, afios atrás, sonreia igual mientras sostenía flores. ---- Me estremecí. Pero no de nostalgia. iCalas? zEn serio? La flor que significa amor puro y eterno. éY él tiene la cara de traerlas, después de lo que hizo? Suspiré. -Santiago... -dije con cansancio-. Hacé de cuenta que estoy fingiendo, csi? Pero dejame en paz. No importa si olvidé todo de verdad o si lo estoy actuando: ya note amo. Cuando te vi caminando hacia mí con esas flores, me dieron ganas de vomitar. De verdad. El estómago se me revolvió. -Sos neurocientífico, 4no? Seguro conocés de psicologia. iOiste hablar del rechazo fisiológico? Cuando una persona siente atracción real por otra, quiere estar cerca, quiere tocarla Yo, en cambio, al verte... solo quiero huir. Lo que siento por vos no es amnesia. Es asco físico. Y si, sé que estuviste en mi vida. ---- Porque cuando Iloro sin razón, algo en mi cuerpo sabe que alguna vez te quise. Estuvimos cinco afios juntos. Lo sé. Pero ahora, cada célula de mi cuerpo me grita: iCorré! Santiago dio un paso atrás, como si le hubieran dado un golpe. -iNo! jEso no puede ser! -susurró, con los ojos rojos, desbordando incredulidad-. jVos dijiste que me amabas! No soportó escucharlo. Se quebró. Lloró como un nifio al que le acaban de romper el juguete más querido. Yo me di la vuelta sin decir más. Le advertí que no me siguiera. Pero lo hizo. Caminó en silencio detrás de mi hasta que lIlegué a casa. No intentó entrar. Solo se quedó parado en la puerta, como un perro abandonado. Por la ventana, vi cómo el viento agitaba su ropa Su cuerpo tambaleaba ligeramente. Y por un segundo, me vi a mí misma.. en otro tiempo... iTambién lo esperé yo alguna vez así? ---- Valeria me Ilamó para invitarme a cenar. Le conté todo. -iOtra vez con esa táctica? -bufó al escucharme-. Clásico de él. El viejo truco del "guardián del umbral". Profesional del aguante. Lleva veinte afios en el rubro. A través de su voz burlona, conocí otra parte de nuestra historia. Fuimos compaieros en la universidad. Él era mayor. Yo no lo acepté de inmediato, pero tampoco lo rechacé. Cada vez que salíamos del laboratorio, é! me acompaíiaba hasta la residencia. Y se quedaba abajo, mirando hasta que apagaba la luz de mi habitación. Si algún día decía que me interesaba algo, al día siguiente él aparecía con eso en la mano, esperando abajo como un idiota, feliz de sorprenderme, Una vez, usó su propio encefalograma para formar un corazón frente a mi ventana. Me declaró su amor con las pupilas Ilenas de luz. -Pero Renata... -dijo Valeria con una pausa- Esa costumbre de esperarte abajo no siempre fue algo tierno.
