Captulo 10 En la mansin de los Mndez, al anochecer, Catalina esperaba a ngel en el sof de la sala, vistiendo un camisn de seda. En su juventud haba sido una belleza, mimada por Alejandro quien nunca la dej hacer trabajo alguno. Despus, al casarse con ngel, quien hered los negocios de Alejandro y los expandi considerablemente, se convirti en una dama de sociedad. Gracias a sus cuidados personales, an conservaba su atractivo.La empleada abri la puerta principal ngel haba llegado. Catalina esboz una sonrisa alegre y fue a recibirlo, ayudndole a quitarse el saco: -Cario, por qu llegas tan tarde?A diferencia del tmido y honesto Alejandro, ngel siempre haba sido apuesto y carismtico. Los aos como ejecutivo solo haban aumentado su presencia, cautivando completamente a Catalina.-Tuve una reunin de negocios -respondi ngel.Catalina detect un perfume familiar en su saco el mismo que usaba su nueva secretaria. Cario, estuviste otra vez con esa secretaria? -pregunt molesta.)..ngel frunci el ceo con disgusto: -Catalina, otra vez con tus celos? La Doctora Milagro no atender a Luciana y ella est muy mal. Mejor ocupate de animarla! Estoy cansado, me voy a dormir.Mientras se diriga a las escaleras, Catalina lo detuvo: -Tengo una forma de conseguir que la Doctora Milagro la atienda.ngel se detuvo y regres inmediatamente, abrazndola: -Catalina, eres increble, nunca me decepcionas. Eres mi tesoro.ngel saba exactamente cmo halagar a una mujer, satisfaciendo la vanidad femenina de Catalina. Ella se recost en sus brazos y lo mir con coquetera: -Tengo una condicin: debes despedir a esa secretaria.-Sin problema, maana mismo la despido -respondi ngel, levantndola en brazos. (1)El cuerpo de Catalina se derriti mientras sus ojos brillaban con deseo: -No estabas cansado?Su camisn se desliz revelando una sensual lencera de encaje. ngel sonri con picarda: Cmo resistirme vindote as?Catalina le dio un golpecito juguetn: -Eres malo-No te gusta? -respondi l con una sonrisa traviesa.Al da siguiente, Valentina recibi una llamada de Catalina en su apartamento.-Valentina, me port mal contigo en el hospital. He preparado todos tus platos favoritos, ven a casadijo Catalina con tono maternal.Desde la cocina, Camila asom la cabeza: Valentina, no vayas. Ella solo es perro fiel de ngel, a su edad y an actuando como una adolescente enamorada, no tiene remedio.-No tengo tiempo -respondi Valentina con frialdad, dispuesta a colgar.Pero Catalina continu: -Valentina, tu padre enterr una botella de vino el da que naciste, para beberla cuando crecieras. Ya la he desenterrado, ven a casa.Las pestaas de Valentina temblaron Catalina saba exactamente cmo manipularla.w..Cuando Valentina lleg a la mansin Mndez, ngel y Luciana no estaban. Catalina haba preparado una abundante comida y sobre la mesa estaba la botella de vino. La palabra vino estaba escrita torpemente por su padre l no tena mucha educacin pero se haba hecho a s mismo, a diferencia de ngel que ya era universitario en esa poca.Los delgados dedos de Valentina acariciaron la palabra vino. Ella tambin haba tenido una infancia feliz su padre adoraba a la pequea Valentina. (6Catalina estaba de excelente humor, su rostro radiante y sonriente. Abri el vino y sirvi dos copas, una para cada una.-Brindemos, Valentina.Valentina la mir y pregunt framente: -Cmo muri realmente mi padre?La pregunta hizo temblar la mano de Catalina, casi derramando el vino.Sus ojos evitaron los de Valentina: -Tu padre muri de una enfermedad. No lo entenderas, no eres mdica! Valentina sonri con amargura y bebi todo el vino de un trago ya descubrira cmo muri su padre.Dej la copa vaca: -Tengo que irme.Cuando intent levantarse, apareci Mario. Valentina frunci el ceo: -Quin es usted?Mario, un hombre de mediana edad de apariencia culta, la recorri con una mirada lasciva ysonri obscenamente.Catalina baj su copa: -Valentina, l es el director Estrada del hospital. Conoce a la Doctora Milagro y puede conseguir que atienda a Luciana.Valentina lo mr con desprecio: -Y bien?Catalina abandon su mscara maternal: -Valentina, acustate con el director Estrada y Luciana podr salvarse..r.Su propia madre la prostitua para salvar a Luciana?De repente, Valentina sinti que su cuerpo se debilitaba y arda. Algo andaba mal.Mirando la botella de vino, comprendi Catalina haba drogado el vno de su padre,Qu ms sera capaz de hacer su madre?Los ojos claros de Valentina se llenaron de lgrimas rojas mientras miraba a Catalina con total decepcin. No saba qu haba hecho mal, por qu nunca fue amada.Catalina evit su mirada y se dirigi a Mario: -Director Estrada, se la dejo a usted.Mario se frot las manos con excitacin y se abalanz sobre Valentina: -Mi angelito, vamos! Tan hermosa, veamos qu tal te mueves en la cama!Catalina se march.Tan pronto como Catalina sali, Mario se desplom inconsciente en el suelo.Las mejillas de Valentina ardan la droga que Catalina le haba dado era potente.5Busc las agujas de acupuntura en su cintura, pero no estaban. Maldicin, las haba dejado en la mansin.Valentina corri lo ms rpido que pudo hacia la mansin. Desde que se haba marchado con su maleta, nunca haba regresado.Entr al dormitorio principal buscando las agujas, pero no las encontr. Probablemente Regina las haba tirado al limpiar.Valentina no estaba acostumbrada al alcohol y ahora el vino haca efecto. Su cabeza daba vueltas y el calor que haba estado conteniendo la golpeaba en oleadas. Ah, qu calor!En ese momento, se escucharon pasos firmes acercndose alguien haba regresado.1Mateo?.vw.Los ojos de Valentina se iluminaron.Cuando Mateo abri la puerta, un cuerpo ardiente y suave como la seda se lanz directamente a sus brazos.
