Captulo 46 Despus de tratar y vendar la herida, la mala suerte quiso que Mateo desarrollara una fiebre alta al acostarse debido a la infeccin. A pesar de que Valentina encendi el aire acondicionado y lo cubri con varias mantas, l segua temblando de fro, con gotas de sudor fro resbalando por su frente y los labios plidos..n.Valentina pensaba que se lo mereca por qu no se haba tratado la herida cuando llev a Luciana al hospital? Le haba puesto una inyeccin, pero ahora tendra que superar la fiebre por s mismo; una vez que la fiebre bajara, estara bien..e.Levantando las cobijas, Valentina se acost a su lado. Su cuerpo estaba helado como un tmpano, emanando oleadas de fro. No poda dejarlo as mordindose el labio, acerc suavemente su delicado cuerpo al de l. Mateo estaba de espaldas, as que lo abraz con cuidado de no tocar su herida.Mateo sinti su presencia, su suave cuerpo pegado al suyo, transmitiendo calor a travs de la fina tela de la ropa. Pronto, la pequea mano de ella se pos sobre sus abdominales, acaricindolos con tmida curiosidad. @-Valentina, estoy enfermo! -protest Mateo con voz ronca y los ojos cerrados.Valentina lo saba, pero necesitaba encontrar una manera de calentarlo. Solo poda recurrir al mtodo ms bsico para estimularlo, aunque no estaba segura si funcionara despus de todo, ella no era Luciana. Al principio sus movimientos fueron tmidos, pero fue ganando confianza mientras su mano suba hasta su pecho musculosovaya textura... Mateo senta cmo ella se volva ms atrevida, sus manos encendiendo un fuego en su cuerpo enfermo. De repente atrap su mano, su nuez de Adn movindose mientras tragaba con dificultad. Valentina, para ya! (3)Sus cuerpos seguan juntos, y Valentina not cmo el suyo se calentaba repentinamente, sus msculos tensndose. -Mateo, parece que tu cuerpo no es tan indiferente a m como dices susurr con las mejillas sonrojadas.Mateo se qued perplejo. No quera admitir su reaccin fsica hacia ella, aunque ya antes haba sentido deseo, y ahora, incluso enfermo, su cuerpo responda inmediatamente a sus caricias.Se gir hacia ella, mirndola con intensidad. -Valentina, por qu eres tan provocadora?..Una pequea tentadora, pens. Primero lo haba besado en el bao cuando estaba drogada, y ahora lo acariciaba mientras estaba enfermo. Mateo se justific su deseo qu hombre podra resistirse a alguien as? Qu hombre no la deseara?Su cuerpo ya estaba caliente, y Valentina haba logrado su objetivo. Con inocencia, cerr los ojos. A dormir.Mateo suspir con resignacin estaba jugando con l?Se qued dormido y so con aquella chica del pasado. En aquel entonces, estaba en una misin cuando la traicin de un compaero lo hizo caer del avin en medio de un bosque, gravemente herido. Lo perseguan, y l yaca en el suelo, semiconsciente, creyendo que morira. Fue entonces cuando apareci una nia pequea, abrazando una vieja mueca.
