---- Capítulo7 - No hables así de Lucía -intervino Yulia de inmediato - . Debe estar molesta. Es mi culpa, si no fuera por mí, ella no estaría tan enojada contigo. Vaya, era algo típico de Yulia. Hipócrita y zalamera. No podía relacionar a esa nifia con la imagen dulce de mi madre que había visto en las fotos familiares. éDe verdad creían que se parecían? - Qué generosa eres, Yulia -repuso Alejandro, acariciándole la frente con ternura- . Lucía te trata tan mal y tú siempre la defiendes. - Papá dejó claro en su testamento que la herencia se dividiría entre Lucía y yo -continuó-. Pero viendo lo loca que está, icómo puede ser mi hermana? La verdad, pienso cambiar el testamento para que tú seas la heredera. Al escuchar esto, una náusea indescriptible me invadió. Quería irme, pero mi alma parecía estar atrapada, y era incapaz de moverme de allí. Y mi mente zumbaba mientras escuchaba a Alejandro continuar: --Cuando papá se recuperó brevemente, quería ver a Lucía. Me pidió que la tratara bien, que lo sentía mucho. La perdonó tan rápido..., pero yo no lo haré. ---- Yulia se aferró al brazo de Alejandro, riendo. Su risa cristalina me resultaba bastante estridente, y no podía dejar de ver la maldad escondida en sus ojos claros, recordando cómo me había acosado en la escuela en compafiía de otras muchachas. Me doblé, queriendo vomitar. Pero, claro, estaba muerta. Ya, no podía.